¿Hasta cuándo?

Mary Carmen Rosado Mota

@mary_rosmot

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La cadena de streaming Netflix anunció la semana pasada el estreno, a principios de noviembre, del documental “#SeAcabo: Diario de las campeonas”, en el que se reúnen, por primera vez, las integrantes de la selección española femenil que salieron campeonas del mundo en el Mundial de Australia-Nueva Zelanda 2023.

En el adelanto, que ha compartido la propia productora, se deja ver a futbolistas como Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, María León y muchas más, hacer alusión a un mensaje que significó más que una simple muestra de sororidad, fue una postura que le dio la vuelta al mundo.

Como era de esperarse tan pronto como se hizo publicó el tráiler llegaron los comentarios, principalmente de hombres, señalando y criticando este documental, que todavía ni se estrena, acusando de “oportunistas” a un grupo de mujeres que lo único que hicieron fue contar su verdad, porque solamente ellas saben todo lo que hubo antes y lo que vino después de aquella final. 

El futbol femenil ha sorteado sinfín de obstáculos para su crecimiento y son, precisamente, las futbolistas quienes sufren las desigualdades de la industria pero, también, la violencia a la que resultan expuestas.

En marzo de 2023 la futbolista Scarlett Camberos, que militaba en el club América de México, tras ser víctima constante de acoso por parte de un hombre tuvo que dejar a su equipo y terminar mudándose a Estados Unidos por la falta de apoyo y garantías de parte de las instituciones de seguridad de nuestro país. 

A la postre, ese mismo semestre el club América ganó el título de la Liga MX Femenil y ella se perdió la oportunidad de formar parte del campeonato simplemente por ser una mujer, de las muchas más, que vive esta violencia a la que nadie parece poder ponerle fin.

Hace unos días la jugadora del club Puebla, Lucia Yáñez, denunció ser víctima de acoso sexual y hostigamiento tanto en redes sociales como directamente en su propia casa. La polémica aumentó cuando la propia Lucía informó que pese a reportarlo con su equipo no recibió ningún tipo de apoyo por lo que recurrió a la fiscalía del estado y tampoco tomaron en cuenta su situación lo que la llevó a aceptar mudarse a Estados Unidos para continuar su carrera.

Diferente año y se repite el mismo escenario, una liga profesional que aparentemente no tiene los mecanismos ni protocolos, para hacerle frente a este tipo de violencias y brindarle espacios seguros de trabajo a las mujeres que militan en los diferentes equipos de México. Ya un nuevo caso, ahora de discriminación, se ha dado a conocer pero en el club Bravas de Juárez y es entonces cuándo nos preguntamos ¿hasta cuándo?

Hasta cuándo tendrán que seguir aceptando estas condiciones las jóvenes de nuestro país por cumplir su sueño de ser futbolistas profesionales; hasta cuándo seguirán, quienes toman las decisiones, ignorando la realidad que viven todas ellas; hasta cuándo dejar tu equipo y empezar de nuevo en un país diferente será la solución al problema. 

El grito de guerra que iniciaron las seleccionadas españolas no fue únicamente para ellas, fue para todo un gremio que, cansadas de falta de apoyo institucional, le hicieron saber al mundo que eso #SeAcabó