Hay flores que se cultivan en sombra y ayudan a cuidar el medio ambiente

Hay una abundancia de ellas que ofrecen hermosas floraciones en condiciones de sombra, como áster, azalea, camelia y diente de perro, entre otros

Cuando te imaginas un jardín de sombra, ¿imaginas sobre todo plantas de follaje y una falta de colores brillantes? Mientras que las plantas de follaje son la base de cualquier jardín de sombra, hay una abundancia de flores que ofrecen hermosas floraciones en condiciones de sombra, entre éstas figuran áster, azalea, camelia, diente de perro y eléboro, entre otros.

Áster (Symphyotrichum).

Esta delicada planta de bosque es excelente para añadir color tardío al jardín, ya que se desarrolla a mediados de verano y en otoño, cuando la mayoría de las otras flores empiezan a desaparecer.

Una abundancia de flores estrelladas con centros amarillos aparece en tallos de color burdeos intenso y proporcionan un contraste encantador mientras se entrelazan felizmente con otras plantas. Lo ideal es que reciba al menos dos o tres horas de sol directo y luego quede a la sombra durante el resto del día.

Azalea (Rhododendron Simsii). La Azalea es una plan- ta floral ideal para las áreas sombreadas del jardín o la casa, vienen en muchos colores y es- tilos. Es una planta que crece y prospera en la sombra parcial o total sin problemas. Puedes cultivarla en macetas o en el suelo.

Florece en primavera con flores rojas, moradas, carmesí o blancas, según la variedad. Prefiere suelos ricos en materia orgánica y que tenga buen drenaje, ya que no tolera los encharcamientos.

Camelia (Camellia). Las camelias son perfectas para quienes deseen muchas flores, ya que generalmente florecen durante todo el año. Se puede cultivar a la sombra o sombra parcial, es una planta que le gusta mucho la humedad, pero no tolera los suelos encharcados.

Diente de perro (Erythronium dencanis). Estos bulbos perennes florecen en primavera y se extienden lenta- mente. Es una planta muy tolerante a la falta de sol directo, por lo tanto, puedes plantarla a la sombra total o parcial.

Después de la floración, deja que el follaje quede amarillo, y luego puedes desenterrar- los para dividirlos, si lo deseas. Como están inactivos durante el verano, ¡no es necesario regarlos regularmente.

Eléboro (Helleborus). Una de las flores perennes más tempranas, los eléboros florecen en invierno, dependiendo de la variedad. Los que florecen en invierno suelen llamarse Rosa de Navidad, mientras que los que florecen en verano reciben el nombre de Rosa de Cuaresma.

Las grandes flores, que se asientan, duran mucho tiempo en la planta. Los colores de las flores incluyen el blanco, el burdeos, el malva, el rosa melocotón e incluso el amarillo.

Los eléboros prefieren un suelo rico y con buen drenaje y florecen mejor con al menos 4-5 horas de sol al día.

Flor de espuma o Tiarela (Tiarella cordifolia). Imagina una extensión de flores blancas como plumas que se mecen con una suave brisa primaveral. La tiarela, también llamada flor de espuma, es una flor silvestre que recibe su nombre por las masas de delicadas flores blancas y rosa claro que se mantienen en alto sobre finos tallos en primavera.

Después de la floración, el denso follaje sigue siendo atractivo hasta el otoño, lo que convierte a esta planta en una excelente cubierta vegetal para los jardines sombreados.

Fucsias (Fuchsia). Las fucsias son una de las plantas de sombra más populares debido a su larga temporada de floración (desde finales de la primavera hasta las heladas) y la increíble variedad de colores y formas de las flores.

La mayoría de las variedades de fucsia se cultivan como anuales (a menos que se hibernan en un invernadero o garaje), pero también es posible cultivar una amplia gama lo su- ficientemente resistente como para sobrevivir a los inviernos relativamente suaves.

Las variedades perennes resistentes pueden tener un tamaño que va desde cubiertas de suelo hasta arbustos que crecen hasta tres metros de altura con el tiempo. Es una planta pefecta para áreas sombreadas del jardín.

Texto y fotos: Darwin Ail / Cortesía