Hay más deprimidos que diabéticos en el país

Al menos 14.3 por ciento de los mexicanos padece trastornos de ansiedad generalizada, que es la enfermedad de salud mental más común en el país, y le siguen los males del afecto, como la depresión y las adicciones, ambas en un porcentaje de nueve por ciento, señaló Edilberto Peña de León.

El director de Investigación del Instituto de Neurociencias, Investigación y Desarrollo Emocional (Incide); psiquiatra, neurosiquiatra y maestro en ciencias médicas, expuso que para poner en contexto su importancia, puede decirse que la prevalencia de diabetes en el país es de seis a ocho por ciento. “Hay más deprimidos que diabéticos”.

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, ayer lunes, alertó de la ignorancia que prevalece en torno a estos males, que ha llevado a estigmatizar a quienes lo padecen. “Conocemos a muchos que padecen diabetes, pero a pocos que dicen tener alguna enfermedad mental”.

El estigma llega al grado que dos terceras partes de las personas que padecen enfermedades mentales siguen pensando que su mal es producto de una debilidad de carácter y no de una enfermedad neurobiológica.

Sólo 10 por ciento de quienes padecen de una enfermedad mental creen que sea una enfermedad del órgano del cerebro a diferencia de lo que se piensa con otros males, donde es muy usual que, por ejemplo, si tengo asma, sé que es una enfermedad de los pulmones. Aquí, aunque haya un poco más de difusión, existe aún este tema de que, si la expresión de los síntomas es en mis emociones y en mi conducta, pues veo cuál es el órgano que regula esto”. Ese órgano, expuso, es el cerebro.

Mencionó que, si estas áreas están comprometidas en el funcionamiento de los neurotransmisores, de los químicos involucrados en que funcionen bien, es cuando se manifiestan los males.

Causas

En cuanto a su causa, Peña de León destacó que son multifactoriales, pero un componente hereditario está demostrado en todas. Le siguen la combinación de los genes de los padres y cómo se fusionan en la persona y el medio ambiente.

Dejó claro que llevar una vida saludable que cuide el cerebro puede hacer que se retarde el mal –si se manifiesta–, o que incluso no se reúna toda la carga de factores para manifestarla.

Si lo llevamos a términos prácticos, expuso, hay que cuidar que la salud cardiovascular esté bien, pues el cerebro se nutre de vasos sanguíneos; el sueño; que exista un adecuado ejercicio cognitivo intelectual; hacer actividades que favorecen el manejo del estrés y la ansiedad, como yoga o el ejercicio regular, así como actividades lúdicas.-Notimex

 

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