Lejos de su esplendor, muchos henequeneros son fieles trabajadores al agave. En las haciendas que aún se dedican a esta labor, los cordeleros extraen de las hojas sus fibras naturales, para ponerlos a secar y fabricar hilos y tejidos para su uso doméstico agrícola e industrial.
Se utiliza para la elaboración de artesanías como alfombras, costales, tapices, tapetes, hamacas y asientos para automóviles. También elaborar bebidas alcohólicas y recientemente se estudia su posible uso para la fabricación de etanol.
Texto y fotos: Amílcar Rodríguez