Originarios de Maxcanú, José Gaspar y José Baltazar Dzul Euán son dos de cuatro hermanos que trabajan para la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Yucatán (SSP), ellos como socorristas y los otros dos como bomberos, pero todos entregados al servicio al prójimo.
José Gaspar y José Baltazar, de 52 y 50 años, respectivamente, son los ejemplos a seguir en su familia y ambos se dijeron afortunados de llegar a 30 años como servidores públicos, precisamente como socorristas de la SSP, en donde su meta diaria es salvar vidas.
“Vamos a los accidentes, salvamos la vida de las personas. Cuando llegamos a un evento y hay personas con múltiples traumas tenemos que inmovilizarlos, empaquetarlos, en caso que sea una fractura de brazo o pierna tenemos que poner una férula”, contó José Gaspar, el primero de los cuatro que entró a trabajar a la ahora SSP, primero como bombero.
Dijo que lo más frustrante de su trabajo es llegar a un evento y no llegar a tiempo de salvar vidas.
“Muchas veces hemos encontrado con vida a las personas, pero el mismo trauma que tienen, ya no se les puede salvar, por ejemplo, el craneoencefálico, fractura de torax o exposición de vísceras”, contó.
Por su parte, José Baltazar dijo que su trabajo es asistir a los accidentes, asistir a los lesionados y aplicar las técnicas que se saben en el servicio y los protocolos, dependiendo de las lesiones.
Señaló que no se imaginaba tardar tantos años como elemento de socorro, ya que es un trabajo de alto riesgo.
“No me imaginaba llegar a tantos años (sonríe), ya que es un riesgo, todo trabajo es un riesgo, pero más el de nosotros por el tipo de servicio que prestamos, ya que se tiene prisa en llegar al lugar de los hechos y no se sabe en qué momento vamos a sufrir un accidente”, afirmó.
Dijo que su primer trabajo fue en el Departamento de Bomberos como rescatista, después se unió a la primera ambulancia que se formó en la SSP.
“Mi primer servicio fue en el periférico, a la altura de la curva del diablo, en donde una unidad de los federales sufrió un accidente y cuatro personas murieron prensadas, lo que marcó toda mi vida, pues todos murieron allí”, dijo triste.
Sus hermanos bomberos son: Martín Guadalupe y Miguel Angel Dzul Euán, quienes no llegan todavía a los 15 años de servicio.
Todos ellos procedentes de Maxcanú, que es una comunidad muy solidaria porque de allí son nativos varios bomberos, socorristas o policías.
Texto y fotos: Esteban Cruz Obando