El huracán Francine tocó este miércoles tierra en el estado de Luisiana (EE.UU.) con vientos máximos sostenidos de 155 kilómetros por hora y amenaza con fuertes vientos, marejada ciclónica, lluvias, inundaciones y tornados a comunidades de una vasta zona del sur del país, que incluye Nueva Orleans.
El ciclón, el cuarto de la temporada atlántica, entró a Estados Unidos por la localidad de Terrebonne, a unos 45 kilómetros al sur-suroeste de Morgan City, como un huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson de un máximo de 5, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés).
Los meteorólogos del NHC, con sede en Miami, prevén que Francine causará estragos en la costa sur estadounidense, en los estados de Luisiana, Alabama, Misisipi e incluso partes de Florida.
El huracán, que se encuentra a unos 45 kilómetros al sur-suroeste de Morgan City y a 140 kilómetros de Nueva Orleans, se mueve en dirección noreste con una velocidad de traslación de 28 kilómetros por hora.
El mayor temor que supone Francine es la marejada ciclónica que genera a su paso, que podría hacer subir el mar hasta unos 3 metros por encima de su nivel habitual e inundar zonas costeras de Luisiana o incluso de la vecina Texas.
Texto y foto: Agencias