La Iglesia Católica de México condenó el linchamiento de una mujer presuntamente implicada en el secuestro y asesinato de Camila, una niña de ocho años de edad, ocurrido en Taxco.
En la editorial del semanario Desde La Fe, la Arquidiócesis Primada de México enfatizó que “la violencia sólo genera más violencia“.
Expuso que el caso Camila evidencia varios de los problemas que han fracturado el tejido social.
“Sobre nosotros, hemos puesto una lápida de egoísmo, de miedos y amargura, de sufrimiento y muerte, que le cierra el camino a la alegría y a la esperanza”, señaló.
La Iglesia pidió vencer los miedos y fracasos “que nos impiden realizar el bien”, así como abrirse al amor y construir ciudades y sociedades más justas y dignas.
“Ningún acontecimiento doloroso, egoísta y cruel, puede guiar nuestro camino, y mucho menos tener la última palabra en el destino de nuestro país”, sostuvo.
La tarde del 27 de marzo, Camila, una niña de ocho años, desapareció en Taxco, Guerrero, tras acudir a la casa de una amiga a jugar.
Horas más tarde, su familia recibió llamadas de extorsión en las que le exigían 250 mil pesos para liberarla.
La familia de la menor acudió a la casa señalada en donde argumentaron que no había llegado, pero videos de cámaras de seguridad cercanas confirmaron que la niña estuvo allí, mientras que en otro video se ve a una pareja sacar un cesto de ropa y una bolsa negra que se llevó en un taxi de su propiedad, con rumbo desconocido.
Tras la filtración de los videos familiares y amigos cerraron la avenida de Los Plateros, una de las principales de ese destino turístico, para exigir su búsqueda.
Al día siguiente por la mañana se informó que en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Iguala, estaba el cuerpo de una menor con las características de Camila, encontrado durante la madrugada en una bolsa negra, sobre la carretera federal que comunica con Morelos.
En la madrugada fue detenido el hombre que aparece en el video y tras confirmarse la identidad de la menor un grupo de familiares acudió a la casa señalada en donde permanecieron en espera de que las autoridades detuvieran a la mujer.
Pero la inacción de las autoridades provocó que las personas actuaran por cuenta propia, ante la mirada de agentes de la Policía Municipal, Guardia Nacional y Ejército.
Los vecinos sacaron de la casa a una mujer y dos hombres quienes inicialmente fueron asegurados por policías municipales para trasladarlos a la Fiscalía General del Estado (FGE), sin embargo los manifestantes los bajaron de las patrullas y los golpearon a puños y patadas.
Luego fueron trasladados por los policías municipales al Ministerio Público, en donde posteriormente se reportó la muerte de la mujer, mientras que unos de los hombres permanece grave en un hospital.