La lucha contra el metano, un gas mucho más dañino que el CO2, junto al respaldo a pequeños agricultores, aldeas y comunidades rurales frente al calentamiento global son acciones impulsadas ayer en la COP29, que mantiene el ritmo de las negociaciones con la confianza de alcanzar acuerdos para aumentar la financiación climática.
En esta segunda semana de negociaciones, el más alto nivel político durante el tramo ministerial de la cumbre climática que se celebra en la capital de Azerbaiyán, los países continúan acercando posiciones para llegar a acuerdos, con el foco en los países vulnerables para ayudarlos frente a los embates climáticos, de la mano de alianzas financieras entre sectores públicos y privados.
La presidencia azerbaiyana de la COP29 ha asegurado que mantiene su confianza en que se alcanzarán finalmente acuerdos relevantes para aumentar la financiación climática, el eje de las negociaciones.
No está en el aire la hipótesis de que pudieran dejarse los pactos pendientes que se consideran relevantes para próximas cumbres, según las fuentes. Desde el principio esta cumbre climática en Bakú partía de “un plan sólido y claro”, que sigue igual en estos momentos.
En general, según los negociadores, existe consenso en que la cumbre no se había planteado como una cita de transición, sino con carácter instrumental como pieza determinante para disponer de los mecanismos que harán posible cumplir con las acciones climáticas planificadas para el año próximo en Brasil.
Para 2025 está pendiente un objetivo muy importante, la renovación de las contribuciones determinadas de los países para presentar compromisos climáticos más ambiciosos, lo que exige dejar bien asentadas las bases para dicho desafío este mismo año.
Desde los sectores ecologistas consultados por EFE se mantiene el espíritu de confianza sobre el devenir de las negociaciones y esperan que las partes encuentren un terreno común para centrarse en las convergencias dejando atrás las divergencias.
En esta nueva jornada de negociaciones, la presidencia de la COP29 ha lanzado una declaración de reducción de emisiones de metano procedentes de residuos orgánicos.
Los desechos orgánicos son la tercera fuente más importante de emisiones antropogénicas de metano, detrás de la agricultura y los combustibles fósiles.
El compromiso de la declaración es establecer objetivos sectoriales para reducir el metano de los residuos orgánicos en el marco de las contribuciones a nivel nacional, que habrán de presentarse en el marco del Acuerdo de París.
Las partes firmantes representan casi el 50 por ciento de las emisiones mundiales de metano provenientes de desechos orgánicos.
Texto y foto: EFE / Agencias