Registran 94 siniestros que consumen selva y monte bajo en Campeche, Yucatán y Quintana Roo, que se originan por quemas agropecuarias y cazadores furtivos
Un total de 94 incendios forestales registrados este año, arrasaron con más de 26 mil hectáreas de selvas y monte bajo en los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, provocados principalmente por quemas agropecuarias y cazadores furtivos.
Información proporcionada por Pronatura Península de Yucatán, A.C., así como el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, A.C., señaló que en el estado de Campeche se tuvo la mayor afectación con 16 mil 556 hectáreas, en 14 incendios forestales.
Los municipios con mayor superficie de afectación por incendios fueron Palizada y Hopelchén y las causas principales fueron por cazadores y quemas agropecuarias.
En Quintana Roo, se atendieron 44 incendios, con una afectación de ocho mil 245 hectáreas.
Cabe resaltar que en el municipio de Bacalar se registró el mayor número de siniestros en suelo quintanarroense, seguido por Solidaridad.
La principal causa son los cazadores, seguido de quemas agropecuarias, cambio de uso de suelo y registro de fuego en basureros.
En cuanto a Yucatán, se registraron 36 incendios, con una afectación de mil 288.6 hectáreas y los municipios con mayor afectación fueron Chemax, Tekax y Tizimín.
Se identificaron como la principal causa de estos siniestros, las quemas agropecuarias por parte de los campesinos de la región.
Asimismo, Pronatura Península de Yucatán destacó que el papel del fuego en la vegetación es ambivalente. En algunos ecosistemas, como las sabanas y humedales, los incendios son esenciales para mantener la dinámica, la biodiversidad y la productividad de los mismos.
Sin embargo, estos ecosistemas se encuentran en un marcado contraste con los bosques tropicales, para los cuales el fuego representa una amenaza creciente.
Actualmente, México se encuentra en un proceso de transición en la percepción social sobre el fuego y su papel en los ecosistemas, ya que se está tratando de trasladar el enfoque de prohibición absoluta, a uno de manejo integral del fuego, en el que se incluye la cultural, la legalidad y la prevención, según destacó el organismo.
Texto y foto: Agencias