Incremento del parque vehicular dispara muertes por accidentes

La zona metropolitana de Mérida enfrenta una crisis de seguridad vial sin precedentes, con 270 muertes por accidentes de tránsito registradas durante 2024, un preocupante aumento respecto a las 262 del año anterior. El incremento se produce en un contexto de explosivo crecimiento vehicular y desarrollo urbano acelerado que ha sobrepasado la capacidad de la infraestructura existente.

De acuerdo con los reportes estadísticos del especialista en seguridad vial, René Flores Ayora, el problema es particularmente grave entre los motociclistas, quienes representan una alarmante proporción de las víctimas fatales. Durante 2024, 168 motociclistas perdieron la vida en las calles y carreteras yucatecas, lo que supone un incremento de 19.15 por ciento respecto al año anterior. Estos usuarios de la vía, cada vez más numerosos, se han convertido en el grupo más vulnerable ante la creciente congestión vehicular.

La correlación entre el aumento de accidentes y el crecimiento del parque vehicular resulta evidente. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el número de vehículos registrados en Yucatán alcanzó un millón 102 mil 172 unidades en junio de 2024, un aumento de 6.58 por ciento (68 mil 019 vehículos más) en comparación con el mismo mes del año anterior. Más preocupante aún, el número de vehículos en la región se ha más que duplicado desde 2013, cuando había 605 mil unidades registradas.

El anillo periférico de Mérida se ha consolidado como el punto más crítico para accidentes graves y fatales, siendo clasificado como la carretera más peligrosa de Yucatán y una de las tres primeras a nivel nacional en términos de mortalidad. A pesar de registrar una notable disminución en el número de muertes durante el año pasado (9 fallecidos frente a un promedio de 25-28 en años anteriores), esta carretera continúa siendo escenario de colisiones graves por alcance y salidas de camino.

Expertos señalan que el exceso de velocidad, la conducción distraída (especialmente por el uso de teléfonos móviles), el consumo de alcohol y el desacato de señales de tránsito, son los principales factores que contribuyen a esta crisis. El ingeniero Flores Ayora enfatiza la importancia de respetar los límites de velocidad establecidos: 20 km/h en zonas escolares y hospitales; 30 km/h en el centro histórico y zonas residenciales; 50 km/h en avenidas y 80 km/h en el anillo periférico.

Las carreteras que conectan Mérida con otros municipios, como la ruta Mérida-Tetiz, también registran accidentes de alta gravedad. Un reciente incidente en esta vía resultó en la muerte de dos jóvenes tras una colisión frontal entre un automóvil y una unidad de transporte de personal.

El Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida señala un dato alarmante: entre 2000 y 2020, el número de vehículos en la zona metropolitana se cuadruplicó, mientras que la población solo creció 1.5 veces. Esta disparidad evidencia un cambio radical hacia la dependencia del transporte privado, probablemente impulsado por opciones de transporte público inadecuadas y un desarrollo urbano disperso.

Especialistas en movilidad de Yucatán, como lo es René Flores Ayora, coinciden en que la congestión del tráfico que azota a la capital yucateca está directamente relacionada con el incremento acelerado del número de automóviles y con un diseño vial que no se ha actualizado para satisfacer esta creciente y constante demanda. La estrategia de planificación urbana, históricamente centrada en acomodar el automóvil privado mientras se descuida el desarrollo de opciones de transporte público sólidas, ha contribuido a esta presión insostenible sobre la infraestructura vial.

Texto y fotos: Acom