Inédito Viernes Santo en Yucatán

En sus hogares, miles de familias conmemoran la pasión y muerte de Cristo; a puerta cerrada se realiza el Viacrucis Viviente de Acanceh.

Con apenas ocho actores, y a puerta cerrada por la cuarentena decretada por el COVID-19, este Viernes Santo se llevó a cabo la edición número 39 de la representación simbólica del Viacrucis Viviente del Grupo Parroquial Renacimiento en la villa de Acanceh, el cual en esta ocasión se dedicó a la reflexión y la oración por la pandemia de coronavirus que azota el mundo.
Fue a partir de las once de la mañana cuando en medio de estrictas medidas de higiene inició en el local de la Casa Ejidal la representación, misma que se limitó a los 30 metros cuadrados disponibles en el inmueble, en donde se colocó la ambientación correspondiente a cada una de las estaciones, que cabe mencionar quedaron a muy pocos metros de distancia una de otra.
Por quinta ocasión, el joven Andrés Medina Chalé, ahora de 23 años, representó a Jesús. Esta vez no recorrió las calles de la población cargando su pesada cruz; en cambio, sus caídas ocurrieron a escasos metros una de otra, sin más espectadores que los propios actores y organizadores quienes solo requirieron de una pequeña bocina y un micrófono para que los diálogos se escucharan con claridad a través de la señal de internet que se transmitió en vivo.
En todas las estaciones se hicieron peticiones alusivas a la situación de emergencia que se vive con motivo de la pandemia, entre ellas se incluyeron a los enfermos, a los familiares y a los médicos, así como a los empresarios y trabajadores que están expuestos a perder tanto negocios como empleos, e incluso para que no se hagan oídos sordos a las recomendaciones de las autoridades de salud para evitar posibles contagios.
En la memoria quedaron las escenas de la muchedumbre que seguía a Jesús recorriendo los edificios alrededor del parque principal de Acanceh, sitio al que para esta ocasión llegaban hasta visitantes extranjeros que convivían con los pobladores compartiendo el intenso calor, el cual por cierto este viernes casi alcanzó los 42 grados en la capital yucateca.
Llegado el momento terrible de la crucifixión, por cuestión de espacio y para no rebasar el número de actores sugerido por las autoridades para no poner en riesgo la salud de los participantes en la representación, no se colocaron las cruces de los dos ladrones, solo la de Jesús. En ese momento, la petición fue por todos los que guardan cuarentena, para que en este tiempo puedan reflexionar sobre la necesidad que tenemos de Dios.
Cabe destacar que la representación de apenas 45 minutos de duración se realizó respetando todas las indicaciones de salud dispuestas por el Ayuntamiento de Acanceh y el gobierno del Estado. A la entrada se estableció un filtro de higiene, donde se habilitaron dos lavamanos temporales, se aplicó gel antibacterial y se pidió el uso de cubrebocas. Además, el local de la casa ejidal estuvo monitoreado por la policía para evitar cualquier situación no planeada.

Tengamos esperanza en estos tiempos difíciles: Pbro. Ceballos Uc

En medio de la pandemia de coronavirus que azota al mundo, el rector de la S.I. Catedral, presbítero Justo David Ceballos Uc, invitó a los fieles a ofrecer el testimonio de la fe y orar junto a la cruz de Jesús para pedirle nos ayude a superar esta circunstancia excepcional, para lo que recalcó, se requiere de la colaboración de todos.
“La pandemia del coronavirus nos sitúa ante una de las cruces que los seres humanos tenemos que afrontar a lo largo de nuestra vida, la cruz de la enfermedad, de la soledad, del abandono; una cruz que puede llegar a trastocar todos los ámbitos de la existencia el ámbito personal el ámbito familiar, el social, e incluso el mundial, como está ocurriendo”, dijo.
Esta fue una de las principales reflexiones que se hicieron a lo largo de las 14 estaciones del viacrucis realizado a puerta cerrada, debido a la cuarentena, mismo que se transmitió en vivo a partir del mediodía a través de la página de Facebook de la Arquidiócesis de Yucatán y también a través de la televisora oficial del gobierno estatal.
“En esta primera estación habrá que preguntarse de forma personal qué es lo que siente Jesús ante todo lo que está aconteciendo, pensando primero en el mal cometido esencialmente contra los jóvenes, cuando se les ha querido cambiar de mentalidad para vivir en el abandono y en la destrucción de su propia vida”, dijo el rector quien también hizo alusión al abandono de los pobres y al olvido de los pilares de la paz que son la verdad, la justicia, la libertad y el amor.
“Oremos por las heridas abiertas del mundo, la pena de muerte que debe ser abolida, especialmente la que permite el aborto, la tortura que debe ser cancelada, la inhumanidad por los inocentes y con la gente que es asesinada en forma bárbara, el tráfico de personas, etcétera. Pongamos la mirada de esperanza de Jesucristo que se expresa en las cosas positivas como es la lucha del pueblo por acabar con la pandemia del coronavirus”, indicó.
Teniendo a su costado la imagen de la Virgen de Dolores, Ceballos Uc hizo votos para que esta situación internacional, tan difícil y oscura para el futuro, nos conduzca a comprender con mayor claridad que el evangelio y el haber encontrado a Jesús es una gran fortuna a la que tenemos que responder positivamente. “Tengamos esperanza en estos tiempos difíciles”, subrayó.
Finalizado el viacrusis, el arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, acompañado del obispo auxiliar, Pedro Mena Díaz, se sumaron al rector para celebrar la Pasión del Señor y la adoración de la Santa Cruz, ocasión en la que una vez más se elevaron plegarias para pedir la protección y amparo de Dios ante la contingencia, y también para que el mundo transite a la paz verdadera y a la libertad.
Finalmente a partir de las ocho de la noche el arzobispo también participó en el solemne Rosario de Pésame a la Virgen.

Texto y foto: Manuel Pool

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.