La solidez de la moneda mexicana frente a la divisa estadunidense permite tener dicha expectativa, señala el director regional Sureste del Fira, Noel Loya Gallegos
Para el director regional Sureste de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (Fira), (oficina regulada por el Banco de México) Noel Loya Gallegos, la solidez que demuestra la moneda nacional le da la expectativa para que la inflación, que ahora tiene niveles del 8%, cierre el 2023 en un 6 por ciento y para el 2024 se regrese al 3%.
Señaló que la medida de aumentar las tasas de interés para frenar la inflación disminuyó el interés de la inversión y eso necesariamente frena la economía, por lo que se espera que en el mediano plazo se corrija y que en el 2024 se retome el camino del crecimiento.
De acuerdo al Banco Mundial, México ha tenido el peor crecimiento económico entre los países de América Latina. La proyección señala que entre 2019 y 2024 la economía de Brasil crecerá, en puntos porcentuales, 3.8 veces más que la mexicana; la argentina, 3.3 veces más y la de Guatemala, 8 veces más.
Hasta el Producto Interno Bruto de Nicaragua, país sometido a sanciones por la represión y las medidas dictatoriales de Daniel Ortega, acumulará un crecimiento de 13.4 por ciento en el período 2019-24, cinco veces más que el de México, que no ha logrado recuperar el nivel económico prepandemia.
De acuerdo al reportaje de un semanario de circulación nacional, la diferencia entre México y el resto de América Latina es que, mientras los gobiernos de la región destinaron sumas masivas de dinero para reactivar la economía en 2020, el año más álgido de la crisis provocada por el covid-19, el de la Cuarta Transformación optó por una política de contención del gasto público, en lo que fue una apuesta muy neoliberal.
Loya Gallegos dijo que la economía de México está íntimamente relacionada con los socios de Norteamérica como Canadá y principalmente Estados Unidos, y en estos países hay un proceso de freno de la economía, por el aumento de las tasas de interés en los bancos centrales de esas naciones.
Sobre el peso mexicano, comentó que se mantiene estable y que el tipo de cambio que es un fenómeno mundial, ya que se está inserto en la economía global, y ha favorecido que el Gobierno federal haya mantenido las variables macroeconómicas, no ha habido relajamiento de la disciplina fiscal y el mercado lo reconoce.
Resaltó que cada vez aumentan los empresarios y productores interesados en financiamiento, aunque los proyectos tienen que ser sustentables y sociales.
-Fira de Banxico canaliza el financiamiento al sector agropecuario. En particular, de las redes de valor la más importante es la porcicultura. Tenemos que observar todas las disposiciones que establecen las diferentes autoridades como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) y la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS). De no cumplirse, no se puede acceder a los recursos –comentó.
El directivo aseguró que las granjas vinculadas al grupo Kekén en su mayoría cuentan con los permisos, pero se ha limitado su actividad por la emisión de otros permisos, por la preocupación de las autoridades sobre los impactos negativos que puedan generar.
Está el caso de la granja porcícola de Chapab que, sin duda, es ejemplo de lo que debe hacer una actividad sustentable. Tanto económica como socialmente tiene que haber un beneficio a la sociedad. “También en la parte ambiental tiene que haber los mecanismos de mitigación de los impactos ambientales negativos”, indicó.
Como se publicó en su oportunidad, la granja porcícola de Chapab se convirtió en la primera del país en lograr un par de certificaciones ambientales, ya que las heces fecales de sus animales las convierten en energía eléctrica y en un futuro surtirán a una cementera para que las utilice como energía para sus hornos en los que elabora cemento. También están avanzados en la descarga cero, ya que el agua la reutilizan para riego de plantas, pues tienen un sistema de economía circular.
Asimismo, explicó que Fira otorga créditos a cualquier empresa física o moral de una actividad productiva como porcicultura, ganadería, agricultura y citricultura. En particular está el caso de Kekén, que tiene un desarrollo de engorda de cerdos de un esquema llamada aparcería.
“Ellos seleccionan a las empresas que tienen condiciones y la infraestructura para estas actividades y nosotros financiamos la actividad y les damos créditos a largo plazo de hasta 10 años para que construya la infraestructura las granjas y en diez años se recupera el financiamiento”, explicó.
Señaló que los yucatecos ocupan el cuarto sitio nacional en la actividad porcícola en el país y que posiblemente el primer lugar en los estándares de sustentabilidad, ya que esta labor se desarrolla en terrenos muy frágiles, kársticos, en los que la infiltración de cualquier contaminante es muy fácil, por lo que hay que ser cuidadosos con la actividad.
Respecto a que hay una institución bancaria que ahora se enfoca a los proyectos ambientalistas, explicó que en todos los bancos hay la conciencia de cuidar de asegurarse que cualquier proyecto productivo que se financie cumpla con las disposiciones ambientales.
-Hay una tendencia mundial, hay un sistema de evaluación de daños ambientales y sociales, se aplica una metodología, se evalúa a las empresas en función de la actividad productiva que cumplan con el total de los permisos requeridos -comentó.
Lo que se realiza en Chapab tiene un plus, pues además de cumplir con las autoridades también por iniciativa propia acceden a una certificación y el consumidor tiene mayor certidumbre de la calidad del producto.
Texto: Darwin Ail
Fotos: Agencias