Ante la creciente demanda de los consumidores por productos cárnicos y lácteos de alta calidad, el uso de la Inteligencia Artificial (IA) permitirá que la producción de carne y leche de vacuno se esté convirtiendo en una industria cada vez más eficiente, sostenible y productiva.
“Estos avances tecnológicos garantizan que las industrias puedan satisfacer la demanda mundial, minimizando al mismo tiempo el impacto ambiental y mejorando el bienestar animal”, explicó Álvaro García en el sitio Dellait.com.
Con inteligencia artificial se puede tener un mejor control sa- nitario y también hacer una bue- na selección genética para produ- cir más carne y de mejor calidad.
Los análisis predictivos em- plean diversos parámetros, como la temperatura, la humedad, el consumo de alimento y los patro- nes de movimiento. La monitori- zación continua de estos factores permitirá establecer el comporta- miento estándar de cada animal, lo que facilitará la identificación de cualquier desviación, actuan- do como un indicador precoz de posibles problemas de salud.
Por ejemplo, si se registra una disminución repentina en el con- sumo de alimento o se observan patrones de movimiento inusua- les, esto podría ser síntoma de una enfermedad.
La inteligencia artificial puede notificar rápidamente a los productores sobre estas anoma- lías, lo que facilitará la interven- ción temprana y puede prevenir problemas de salud graves, además de que se reducirá el uso de antibióticos
Uno de los principales objeti- vos en la ganadería es maximizar la eficiencia de la alimentación, y la inteligencia artificial desempe- ña un papel esencial en garanti- zar que cada bocado de alimento
contribuya al crecimiento sano y eficiente de los animales.
Además, la IA es clave para el análisis de datos provenientes de los sistemas de alimentación, integrando también información sobre las condiciones ambienta- les.
Este enfoque integral asegura que cada animal reciba la ración adecuada, minimizando residuos y reduciendo significativamente los costes de producción. Así, se disminuye la huella medioambiental de la producción de carne, alineándose con la creciente tendencia global hacia una agricultura más sostenible.
Con los análisis de datos que se obtienen a partir de sensores y sistemas de monitoreo con inteligencia artificial, se obtiene información valiosa sobre los ciclos reproductivos de las vacas. Los algoritmos con IA analizan minuciosamente los datos genómicos del sector vacuno para identificar rasgos clave como la tasa de crecimiento, la calidad de la carne y la resistencia a las enfermedades.
Este nivel de precisión per- mite a los ganaderos tomar decisiones informadas al seleccionar las parejas reproductoras. Como resultado, la descendencia de es- tos emparejamientos hereda una genética superior, lo que abre la puerta a mejoras importantes en la industria.
Texto y fotos: Manuel Pool / Agencia
