Las altas temperaturas que se registran en estos momentos dejan en claro que Yucatán no está en condiciones de recibir empresas de gran tamaño y que requieren que se les garantice el abasto de la energía que necesitan para funcionar, destacan
El presidente de la delegación Yucatán de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (Cmic), Raúl Asís Monforte González, advirtió que la falta de infraestructura no solo en materia de abasto de energía, sino también en relación a la necesidad de contar con puertos de mayor capacidad, más carreteras y eficiencia en las aduanas, puede poner en riesgo los proyectos de nearshoring o localización de empresas.
Las altas temperaturas que se registran en estos momentos dejan en claro que Yucatán no está en condiciones de recibir empresas de gran tamaño y que requieren que se les garantice el abasto de la energía que necesitan para funcionar.
Al respecto, recordó que en 2023 el crecimiento de la demanda de energía eléctrica superó las expectativas que se tenían, tomando como base a las ventas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que alcanzaron un 4% cuando se esperaba un 2.9 por ciento.
“Esto tiene relación con el nearshoring, porque están llegando empresas que demandan más electricidad, y por otro lado los que ya éramos consumidores estamos incrementando la demanda, porque cada día dependemos de más electricidad”, explicó.
De esta manera en la actualidad se sustituyen calentadores, hornos y estufas, que funcionaban con gas, por aparatos que consumen electricidad, y esto hay que sumarle la presencia de autos eléctricos, que se recargan el enchufe de la casa y consumen altas cantidades de energía.
“Entonces, es una realidad que no se previó el crecimiento de la demanda, hace tiempo que se venía advirtiendo que esto podía suceder con los autos eléctricos y las empresas que están llegando, y no se hizo caso, entonces si no se incrementa la infraestructura tanto en generación transmisión y distribución para satisfacer la demanda cada vez se va a comprometer más la capacidad actual, y ya no alcanza para dar el servicio a todos los que lo necesitan”, subrayó.
En cuanto a la construcción de las dos plantas de ciclo combinado, que llevan un buen avance tanto en Valladolid como en Mérida, el ingeniero Monforte González consideró que serán insuficientes.
“Qué bueno que ya se están construyendo estas plantas, pero no hay que colgar nuestra hamaca para descansar porque, para empezar, no han entrado en operación, llevan anunciándolas hace dos o tres años y todavía no se tiene el combustible que van a utilizar, que es el gas natural, pues apenas se acaba de comenzar a construir el gasoducto de 700 kilómetros, y no se sabe cuánto tiempo va a terminarse esa obra; yo no veo que vayan a estar funcionando las dos plantas antes de año y medio o dos años, ojalá me equivoque”, detalló el líder de los constructores yucatecos.
En este sentido dijo que es muy importante quitar las piedras que obstaculizan el avance de los proyectos de energía eólica y solar, que vendrán a contribuir a desahogar la alta demanda que en estos momentos se tiene de energía y que está ocasionando que la Comisión Federal de Electricidad esté asumiendo un costo mayor para llevar la energía a los hogares y los comercios.
“A esto se le llama el precio marginal local, y no incluye utilidad ni alguna otra cuestión, más que la generación, transmisión, distribución y transformación de la electricidad, hasta que llegue al punto en el que será consumida”, explicó.
Por ello, cuando hay una alta demanda como está ocurriendo en estos momentos cuando hay altas temperaturas, entran en funcionamiento todas las plantas disponibles, incluyendo las fuentes más baratas y las más caras, y ese promedio es lo que se llama precio marginal local, que se aplica a cada una de las regiones.
La cuestión es que fue el precio marginal local para Yucatán alcanzó en días pasados un costo de 20 mil pesos por megawatt hora, algo nunca visto y que si se aplicara en el recibo, se estaría pagando alrededor de 20 pesos por kilowatts hora más su utilidad, cuando en la actualidad, la tarifa más cara en los domicilios es de siete pesos, mientras que el promedio para las tarifas domésticas con subsidio es de alrededor de 2 pesos, y la industrial de tres pesos en promedio.
“Por eso es muy importante que entre en operación más plantas de generación de las que sí tienen un costo barato, que serían las renovables limpias para que ese indicador pueda bajar”, manifestó el entrevistado, quien consideró que si en estos momentos se le quitaran las trabas que tienen para que puedan funcionar, tal vez comenzarían a hacerlo en seis meses.
“Me puedo equivocar, pero un proyecto fotovoltaico o eólico, sobre todo si ya avanzó en algunas cuestiones, puede tener en su etapa final más rapidez, pero no se ve que se esté trabajando para destrabarlos, entonces sí me preocupa que confiamos ciegamente que las dos plantas de ciclo combinado serán una solución, porque estoy seguro que no son suficientes”, recalcó.
Y continuando con el tema de la generación de energía muy fuerte, el entrevistado dijo que no considera que las líneas de transmisión de la CFE sean obsoletas, aunque en estos momentos sí está siendo rebasada en su capacidad, por lo que es importante incrementar la infraestructura para que tenga capacidad adicional y, por otro lado, darle mantenimiento.
“De manera general todo se reduce a infraestructura, lo que incluye el tema de la educación con aulas y universidades para preparar el talento que se requerirá para la llegada de nuevas empresas, entonces tenemos una responsabilidad muy grande de invertir fuertes cantidades de dinero en infraestructura, y sobre todo que sea en el sentido adecuado”, concluyó.
Texto y fotos: Manuel Pool