Invitan al Congreso Mariano Todos a Jesús por María

“Por ignorancia y la falta de valores, cada vez hay más gente que cree en cosas como la Santa Muerte, que no es más que otro disfraz que porta el demonio”, dijo el Pbro. Miguel José Medina Oramas, quien organiza este fin de semana en el Centro de Convenciones de la CTM, en la avenida Fidel Velázquez, el Congreso Mariano “Todos a Jesús por María”.

“En las misas de sanación he conocido a muchos jóvenes que eran adoradores de la Santa Muerte que afirmaban que escuchaban voces que les decían matate, córtate, cuélgate, el que adora a la Santa Muerte se encuentra a la muerte; con Dios no se juega, con el demonio tampoco, es terrible, astuto, juega con la ambición, con la necesidad, te engaña ofreciendo dinero, fortuna, a una mujer o a un hombre, pero luego te lo cobra”, advirtió el sacerdote, quien recalcó que al igual que en una casa con protectores no entran a robar, si la fe está bien fincada en Dios, el malo no pasará.

“María es vida, la Santa Muerte lo opuesto y esta será una gran oportunidad para estar cerca de la Madre de Dios, sentir su amor y tener a través de ella un acercamiento al corazón de Jesús” mencionó al finalizar la rueda de prensa en la que estuvo acompañado de los misioneros predicadores Gema Anaya y Juan Martínez Medina, que llegaron para el evento desde Ocotlán, Jalisco y Fresno, California y quienes compartirán en el congreso sus experiencias personales.

“Sera un encuentro hermoso en el que vamos a escuchar cómo la Madre de Dios llegó a la vida de Gema en un momento muy difícil, estaba embarazada y quedó viuda y en lugar de renegar se escuchó el llamado para seguir el plan que estaba marcado para ella y aquí está cantando predicando y dando testimonio de que María es ternura y fortaleza”.

Al respecto, Gema comentó que a lo largo del tiempo que se ha dedicado a llevar a través del canto y la música el mensaje de Dios ha tenido gratas experiencias como el ver el cambio en el semblante de las personas que llegaron con un semblante triste y que al finalizar lo cambiaron tras vivir la experiencia de sentir a un Dios Vivo.

“Estamos viviendo tiempos difíciles en los que necesitamos de una palabra de consuelo, de una compañía, y entonces allí está la invitación que nos hace Dios, solo basta decir si quiero, si lo acepto para recibirlo”, recalcó.

Por su parte, Juan Martínez comentó a Punto Medio que a veces es difícil creer en alguien que no se puede ver o contemplar y entonces, nos quedamos sin saborear las maravillas del señor.

“Lamentablemente, hay padres de familia que por estar trabajando o por dedicarse a otras cosas, no les hablan a sus hijos de Dios, tal vez ni ellos lo conocen, por ello es importante que se den la oportunidad en familia de conocer el sabor tan dulce, grande, profundo y misericordioso que es el amor de Dios, yo soy testigo de que si se puede sentir, la oración soltó mi lengua, ese fue su regalo”, subrayó.

Texto y fotos: Manuel Pool Moguel

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