El embajador permanente de Irán en la ONU, Majid Takht-Ravanchi, aseguró ayer que su Gobierno no puede entablar un diálogo directo con EU mientras su país está siendo amenazado, en medio de las tensiones por el derribo de un dron estadounidense el 20 de junio e incidentes con petroleros en el estrecho de Ormuz.
“Nadie puede aceptar un diálogo con alguien que te está amenazando con más sanciones”, dijo Ravanchi en paralelo a la reunión que el Consejo de Seguridad lleva a cabo para abordar la situación de Irán.
“Mientras dicha amenaza exista”, Estados Unidos e Irán no empezarán un diálogo, ahondó.
El presidente de EU, Donald Trump, impuso el lunes “duras” sanciones al líder supremo de Irán, Ali Jameneí, mientras insistió en su oferta de negociar con él.
No obstante, Ravanchi subrayó que había transmitido al secretario general de la ONU, António Guterres, de que debería ser Naciones Unidas el que tome el liderazgo para encontrar una salida a la crisis, juntando a los países de la región bajo el paraguas de la organización multinacional.
En una comparecencia ante los medios acreditados en Naciones Unidas, el embajador también condenó que su país no hubiera sido invitado a la reunión a puerta cerrada del máximo órgano de la ONU, a pesar de haber solicitado participar.
El diplomático insistió en el derecho de su Gobierno a tomar parte en dicha reunión, que fue celebrada a petición de Estados Unidos, y denunció que el Consejo de Seguridad “está siendo informado unilateralmente por una de las partes”.
En este sentido, acusó a Estados Unidos de estar empleando su membresía permanente en el máximo órgano de la ONU en favor “de avanzar en su política antiiraní”.
Durante su comparecencia, el representante iraní mostró a los periodistas tres imágenes de la supuesta localización del dron estadounidense cuando fue abatido e insistió en que sobrevolaba aguas iraníes.
EU asegura que su dron no violó el espacio aéreo iraní y que fue derribado cuando atravesaba aguas internacionales.
Ravanchi declaró, en consonancia con la versión ofrecida por las autoridades iraníes, que el 20 de junio otro avión espía de EU con 35 personas violó el espacio aéreo de Irán y que otro dron de la misma nacionalidad hizo lo propio el pasado 26 de mayo.
Tras insistir en que Irán tiene derecho a defender su soberanía y a estar preparado para ello, subrayó: “No queremos ni guerra ni una escalada de tensión en la región del golfo Pérsico”.
Además, acusó a “ciertos círculos” de la región y de fuera de esta de buscar una escalada de tensión para justificar una mayor presencia militar y favorecer la venta de armas estadounidenses a Estados de la zona.
El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, ya dijo después de la imposición de las nuevas sanciones por parte de EU, que los cercanos al presidente estadounidense, Donald Trump, “están sedientos por una guerra”.
En cuanto al ataque contra dos petroleros en aguas del Golfo Pérsico el pasado 13 de junio, de cuya autoría EU responsabiliza a Irán, Ravanchi insistió en que se trata de alegaciones “absurdas”.
SANCIONES
El presidente de EU, Donald Trump, impuso ayer “duras” sanciones al líder supremo de Irán, Ali Jameneí, mientras insistía en su oferta de negociar con él y advertía de que su “contención” ante las tensiones en el golfo Pérsico no durará para siempre.
Las nuevas restricciones financieras afectan a Jameneí, su oficina y a ocho comandantes de la Guardia Revolucionaria iraní, y esta semana se ampliarán para golpear al ministro de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, según el Departamento del Tesoro.
“Seguiremos aumentando la presión a Irán. No pueden tener nunca una arma nuclear”, dijo Trump a los periodistas antes de firmar un decreto con sanciones.
“No buscamos un conflicto con Irán ni con ningún otro país. Creo que hemos demostrado mucha contención, pero eso no significa que vayamos a demostrarla en el futuro”, avisó.
La semana pasada, tras el derribo iraní de un dron estadounidense en el golfo Pérsico, Trump aseguró que había frenado un plan de ataque selectivo contra Irán que -de acuerdo al Pentágono- habría dejado unos 150 muertos, un balance que el mandatario no consideró “proporcionado” respecto a la pérdida del avión.
Trump usó esa misma palabra, “proporcionadas”, para describir ayer sus nuevas sanciones a Irán, aunque matizó que las impuestas contra Jameneí y su entorno ya estaban preparándose antes del derribo del dron, mientras que algunas de las emitidas por el Tesoro sí que constituyen una represalia por ese incidente.
Estados Unidos también ha respondido al abatimiento del dron en el plano cibernético, al lanzar el pasado jueves una ofensiva que inutilizó los sistemas de computadores empleados en el control de cohetes y misiles de Irán, y que las autoridades iraníes han calificado de “grave error”.
Texto y foto: EFE