Irán golpeó anoche de vuelta a EU, disparando una serie de misiles contra dos bases aéreas en Irak donde están desplegadas tropas estadounidenses, entre ellas la de Ain Al Asad, en el oeste del país, según confirmó el Pentágono. El ataque es en respuesta a la ejecución del poderoso general iraní Qasem Soleimaní, que disparó la tensión en la región. Grupos armados proiraníes en Irak habían prometido unir fuerzas para responder al ataque, realizado por un dron estadounidense, que mató al general que dirigía la fuerza Al Quds, cuerpo de élite de la Guardia Revolucionaria iraní encargado de acciones en el exterior, y también al líder miliciano Abú Mahdi al Muhandis.
“La feroz venganza de la Guardia Revolucionara ha comenzado”, dijo la rama de las Fuerzas Armadas iraníes en un comunicado. Y advirtió a EU y a sus aliados en la región de que una respuesta llevará inevitablemente a un nuevo contraataque: “Advertimos a todos los aliados estadounidenses, que dieron sus bases a su Ejército terrorista, que cualquier territorio que sea el origen de actos agresivos contra Irán será atacado”
A las 21:44 (hora de Washington) el presidente Trump publicó un tuit tranquilizador: “¡Todo está bien! Misiles lanzados desde Irán a dos bases militares localizadas en Irak. La evaluación de víctimas y daños está teniendo lugar ahora. ¡De momento, todo bien! ¡Tenemos las fuerzas militares más poderosas y mejor equipadas de todo el mundo! Haré una declaración mañana por la mañana”.
La operación fue bautizada, según la televisión iraní, como “mártir Soleimaní”. La base de Ain Al Asad, a 200 kilómetros de Bagdad, acoge a 1,500 soldados estadounidenses y de la coalición. Ha sido base de operaciones de EU en el oeste de Irak desde 2003, y el propio Trump la visitó en diciembre de 2018. La otra base atacada, según confirmó Estados Unidos, está en Irbil, en el Kurdistán iraquí.
Texto y foto: Agencia