Estados Unidos afirmó ayer viernes que Israel ha usado armas estadounidenses en Gaza de manera “inconsistente” con el derecho internacional humanitario, pero no ha encontrado información suficiente que justifique frenar el envío de asistencia militar a Israel.
Así figura en un informe del Departamento de Estado, que entregó este viernes al Congreso después de que se retrasara su publicación varios días y que supone la evaluación más detallada hasta ahora de la conducta de Israel en Gaza desde que empezó la guerra en octubre.
En el documento no se concluye que Israel haya violado el derecho internacional y las reglas que Washington establece para la venta de armamento a cualquier nación.
No obstante, el Departamento de Estado afirma que es “razonable valorar” que las armas estadounidenses han sido utilizadas por el Ejército israelí “en algunos casos” de manera “inconsistente” con sus obligaciones con el derecho internacional o con “las mejores prácticas establecidas” para mitigar el daño a los civiles.
El informe destaca que Israel tiene “el conocimiento, la experiencia y las herramientas” para evitar la muerte de civiles; pero enfatiza que los resultados sobre el terreno, incluidos los altos niveles de víctimas, plantean “sustanciales interrogantes” sobre si el Ejército israelí está usando las armas estadounidenses “de manera efectiva en todos los casos”.
Pese a esos indicios, el Departamento de Estado concluyó que no tiene “suficiente información” para determinar que Israel haya violado el derecho internacional humanitario y justifica esa conclusión por la “naturaleza” del conflicto en Gaza, que dificulta evaluar o llegar a conclusiones definitivas sobre incidentes individuales.
El informe también subrayó que Israel ha iniciado diferentes procesos para buscar responsabilidades por posibles violaciones del derecho internacional, algo que resulta clave en la evaluación de Estados Unidos para determinar que continuará entregando ayuda militar a Israel.
El informe tampoco encontró suficientes indicios para concluir que Israel haya obstruido de manera intencional la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, donde escasean los alimentos y donde han muerto más de 34,000 personas como consecuencia del conflicto.
Este reporte, conocido como NSM-20, fue elaborado a petición del presidente, Joe Biden, en febrero y exigía a todos los países que reciben ayuda militar de EE.UU. y están involucrados en conflictos dar “garantías” por escrito de que cumplirían el derecho internacional y no obstaculizarían la entrega de ayuda humanitaria proporcionada por el Gobierno estadounidense.
Su publicación no tiene relación con la decisión que tomó esta semana Biden de frenar por ahora el envío a Israel de un gran paquete de armamento que contenía explosivos de gran potencia por temor a cómo podrían ser utilizados en la ciudad sureña gazatí de Rafah.
Estados Unidos es el principal proveedor de armas a Israel y uno de sus más firmes aliados en el mundo. Entre 2016 y 2023, un 69 % de las armas importadas por Israel procedió del país norteamericano, según datos del Stockholm International Peace Research Institute.
Texto y foto: EFE