Por Marcial Méndez
Vino la lluvia y se la llevó. O al menos eso parece estar ocurriéndole al héroe arácnido por excelencia, Spider-Man, quien, como todos seguramente ya saben, parece haberse quedado fuera del Universo Cinematográfico de Marvel debido a los desacuerdos entre Sony (dueño de los derechos de usar al personaje en la pantalla grande) y Disney (a quien Sony había prestado al encalzonado, permitiendo su inclusión en el UCM).
Aunque nada está escrito en piedra, la salida definitiva del lanzador de telarañas (interpretado por Tom Holland en su última encarnación cinematográfica) se ve igual o más factible que su permanencia. De ser así, ¿qué significaría esto tanto para Sony como para Disney?, ¿quién sale ganando?
En cuanto al gigante más gigante de la industria (es decir, la compañía del ratón), la partida de Spider-Man es un golpe considerable a los planes a futuro del UCM. Recordemos que, además de que el susodicho personaje ya figuraba como un pilar importante (más no indispensable) de aquel proyecto, su última película en solitario (Spider-Man: Far From Home) acabó en un cliffhanger que claramente indicaba que Disney daría seguimiento a las aventuras del arácnido. Teniendo en cuenta ello y el que Far From Home fue la última producción de la fase 3 del UCM, no es descabellado asumir que el recién mencionado filme estaba sembrando algunas de las semillas que Disney buscaba cosechar en su fase 4. La pérdida de Spider-Man, por tanto, no solo dejaría inconclusa la saga de su personaje, sino que también obligaría al gigante del entretenimiento a replantear y corregir sus planes a futuro.
No obstante, la situación no sería tan grave como parece. Aún es lo suficientemente temprano como para modificar el rumbo del UCM y Disney, habiendo adquirido a Fox, ahora cuenta con muchas propiedades intelectuales más que exprimir como Los X-Men y los 4 fantásticos. Como bien implicó Sony en un reciente comunicado, tal vez sea más acorde a los intereses de Disney el trabajar en pro de aquellas propiedades que le pertenecen en vez de seguir invirtiendo en una ajena.
Siguiendo esa línea de pensamiento, quien saldría ganando de esta trifulca es Sony, quien no solo se quedaría con el arácnido, sino que también estaría en la posición de sacar provecho de la popularidad de la que goza su actual iteración gracias al éxito de su manejo por parte de Disney. Aunque tendrían que prescindir de todo elemento del UCM, Sony (si logra también mantener a Holland en el papel) tendría entre sus manos una fórmula comprobada para el éxito y, de jugar bien sus cartas, podría cosechar los frutos de la labor de Disney sin mayor problema.
Los verdaderos perdedores, sin embargo, serían los fanáticos del cine de superhéroes. Los marvelitas se quedarían sin ver el adecuado desenlace de la historia de Spider-Man dentro del MCU, mientras que los más críticos de las producciones superheroicas de Disney, por su parte, tampoco estarían frente a un panorama tan alentador. Aunque, en teoría, Sony podría intentar algo distinto y mejor con el personaje en su siguiente película, lo más probable es que, viendo el éxito obtenido por el arácnido en manos de Disney, intenten imitar el tono y estilo del MCU. Paradójicamente, las cosas cambiarían para seguir igual.