Shohei Ohtani emergió del bullpen y ponchó a Mike Trout, su compañero de los Angelinos de Los Ángeles en el duelo que todo el planeta del béisbol ansiaba presenciar. Con ello, condujo a Japón a la victoria de 3-2 ante el reinante campeón Estados Unidos y conquistar su primer título en un Clásico Mundial de béisbol desde 2009.
Ohtani ha cautivado a fanáticos en dos continentes, se embasó con un sencillo al cuadro interior en el séptimo inning como bateador designado y luego se enfiló hacia al jardín izquierdo para calentar el brazo en el bullpen de Japón y tener su tercera aparición en el montículo en el torneo.
El derecho abrió la parte baja del noveno con un boleto a Jeff McNeil, campeón de bateo en la Liga Nacional el año pasado. Luego, hizo que Mookie Betts bateara para un doble play.
Trout, capitán de Estados Unidos y tres veces ganador del premio al Jugador Más Valioso, fue el último out al poncharse con la cuenta llena.
Al levantar su tercera corona, los japoneses emularon la gesta de la República Dominicana en 2013, como los únicos campeones invictos.
Estados Unidos abrió el marcador durante la parte alta del segundo episodio gracias a un enorme cuadrangular por todo el jardín izquierdo de Trea Turner.
Japón empató las acciones inmediatamente en la parte baja del episodio, con un bestial cuadrangular de Munetaka Murakami ante los lanzamientos de Merrill Kelly. Con las bases llenas en la misma entrada, los nipones hicieron una más.
En la parte baja del cuarto episodio Japón volvió a timbrar con un cuadrangular solitario de Kazuma Okamoto; en el octavo episodio, un bestial jonrón de Kyle Schwarber metió al encuentro a Estados Unidos, aunque no fue suficiente.
Texto y foto: Agencias