A través de la red de Facebook, una persona publicó que el pasado viernes, una denuncia en la Fiscalía del Estado de Yucatán, por el presunto acoso y abuso vivido durante los dos años y medio, en su extrabajo, en donde ella laboraba para una reconocida pastelería yucateca.
La persona que ha decidido mantener el anonimato escribió en su perfil de Facebook, lo sufrido en ese tiempo laboral.
“Yo inicié a trabajar en el Call Center de la empresa, al principio como en todo trabajo fue muy bueno, hasta que se hizo presente el abuso de poder, esto por parte de las supervisoras, todo empezó con reglas y normas internas que impedían la interacción entre los asesores, con el fin y el simple hecho de aislarme, e incluso terminó con la difusión de una foto mía en ropa interior con la intención de que me despidieran.
No me despidieron, pero si me cambiaron al área ventas, como una cajera de sucursal, que fue el puesto que tuve por el resto de mi tiempo laborando ahí.
Unos meses después, cuando la empresa hizo uso de mi imagen para un vídeo organizacional, las despidieron por equivocarse al mandar un mensaje donde me llamaban “puta” entre otras cosas, esto al aparecer por error a alguien de la dirección y fueron ellos mismos quienes actuaron.
Cabe aclarar que los jefes directos ya sabían de los distintos abusos de poder, que estás supervisoras cometían, y no hicieron nada, de no ser por ese pequeño error al enviar el mensaje, ellas seguirían trabajando en la empresa”, escribió la afectada.
Dicha persona comenta que ya siendo cajera, se pudo dar cuenta de que no era la única área, en dónde se cometían estos abusos, de hecho menciona que a los supervisores se les permite en beneficiar y en afectar a los vendedores como ellos deseen, por lo que, ellos tienen preferencias e inclusive relaciones fuera de lo laboral.
En la publicación, la usuaria de Facebook, dice que ese tipo de relaciones extra laborales en la que “los beneficiados reciben un trato increíble”, también se les modifica los chocadores, para que no sean afectados en su sueldo, además se les permite llegar en estado de ebriedad, o faltar sin ser sancionados.
Comentó de una relación de amistad que mantenía con uno de los supervisores, donde uno de sus excompañeros de trabajo, la tocó de manera inapropiada y uso un lenguaje indebido con ella, por lo que la joven, ante el hecho, lo reportó, pero la sanción por parte de recursos humanos de la empresa y el del jefe de área, solo fue de suspenderlo por dos días.
Por otro lado, al renunciar, vivió la última mala experiencia ante el abuso, pues una vez presentada su renuncia, distintas amigas y excompañeras laborales, le hicieron saber que hay personas de esa empresa pastelera, buscando fotos íntimas de ella en las redes sociales.
Debido a tantos abusos, procedió a interponer a la pastelería, para qué se habrá una carpeta de investigación ante el abuso y acoso que ha sufrido durante mucho tiempo.