La Selección Nacional Mexicana disfrutó de un día libre en Moscú. En el rostro de los jugadores se les veía la alegría de convivir con sus familias. Algunos jugadores se trasladaron a la Plaza Roja, mientras otros pasearon a sus seres cercanos en el centro de la ciudad
México entrenó por la mañana en las instalaciones del Dynamo, pero por la tarde Juan Carlos Osorio, técnico del equipo, determinó que los 23 seleccionados tuvieran un rato de esparcimiento, luego de casi un mes de concentración para la Copa del Mundo.
Mexicanos que se paseaban por la zona céntrica aseguraban haber visto a Jesús Gallardo estar con su padre y madre por la Catedral de San Basilio, contento y permitiéndose retratar con seguidores connacionales que les pedían autógrafos.
Otro de los futbolistas que estuvo uno de los puntos icónicos de Rusia fue el capitán Andrés Guardado con su hijo Máximo y su esposa. El Principito del Tri se vio sonriente y presto a las fotografías aunque evidentemente solicitaba cierta privacidad.
Elementos como Edson Álvarez, Raúl Jiménez y Javier Aquino también fueron vistos por los seguidores mexicanos.
Carlos Salcedo, por ejemplo, decidió tomar el metro de la ciudad, mientras la mayoría tomaron otras vías de entretenimiento que les permitieran distraerse, después de largos días de concentración y tensión para afrontar la primera fase del torneo.
El cuerpo técnico determinó que el equipo regresara a las instalaciones del Dynamo a las 8 de la noche para prepararse para viajar hoy hacia Samara, sede del juego por los Octavos de Final, donde enfrentarán a Brasil.
Texto y foto: Agencias
