El Gobierno de AMLO y el PAN acuerdan constituir mesas de diálogo para abordar asuntos como la polémica reforma eléctrica
El Gobierno de México y el opositor Partido Acción Nacional (PAN, derecha) acordaron ayer constituir “mesas de diálogo” para abordar asuntos como la polémica reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador o el papel de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública.
“Quiero informarles que acordamos que se tendrán mesas específicas de interlocución permanentes para que se puedan dialogar todos estos temas a profundidad”, explicó el líder del PAN, Marko Cortés, en rueda de prensa.
El anuncio tuvo lugar tras la reunión que mantuvo el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, con el mismo Cortés y otros dirigentes del PAN, como el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, y el diputado Santiago Creel.
A partir del 10 de enero, el Gobierno y el PAN constituirán siete mesas de diálogo sobre Estado de derecho, empleo, seguridad, reforma eléctrica, salud, reforma electoral y medioambiente.
Durante la reunión, el secretario López admitió que la oposición representa a “millones” de personas y que el Gobierno no puede darse “el lujo de excluir a ningún mexicano”.
“Desde luego que vamos a analizar y a revisar las diferencias y a lo mejor algunas de esas podemos convertirlas en coincidencias”, expresó.
El PAN, que gobernó México entre el 2000 y e 2012 con los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, ha sido hasta ahora la formación más enfrentada con el presidente López Obrador.
“Después de tres años hoy se inaugura el diálogo político en este régimen, del Gobierno de López Obrador”, valoró el líder del PAN.
Durante la segunda mitad de su mandato, que concluye en 2024, López Obrador quiere impulsar tres reformas constitucionales para limitar la participación privada en el sector eléctrico, reforzar el papel del Ejército en la seguridad pública y reformar el Instituto Electoral.
Durante la reunión, el partido pidió que “pare la persecución política” contra el excandidato presidencial panista Ricardo Anaya y el gobernador de Tamaulipas, ambos investigados por presunta corrupción.
Texto y foto: Efe