La Alianza de Camioneros de Yucatán festejará mañana 89 años de existencia, y el equipo de Punto Medio platicó con socios de esta agrupación, que con mucho cariño recuerdan a sus padres y abuelos, quienes fueron parte de las primeras directivas que con trabajo continuo contribuyeron en la construcción de algunas de las principales arterias de la capital yucateca e inclusive con escuelas, que en la actualidad abarcan desde kínder hasta preparatoria.
-Fue a raíz de la quiebra de la empresa de Tranvías de Mérida, lo que propició que numerosas familias se quedaran al aire, y que un grupo de hombres visionarios encabezados por don Gonzalo López Manzanero dieran vida a esta organización con el apoyo del gobernador de entonces, Álvaro Torre Díaz–recordó el actual presidente de la Alianza, Arturo Rodríguez Berzunza.
Con 25 camiones, 15 de la marca Willy´s y las restantes de Chevrolet, el 30 de julio de 1930 comenzó a prestarse el servicio en las rutas 50 Sur, Centenario, 60 Sur, Gálvez que llegaba hasta la calle 28 y 77 Azcorra, que requirió que los permisionarios de aquel entonces aportaran recursos para construir las vías en las que pasaba el autobús.
-En esa primera generación estuvo mi abuelo Fernando Rodríguez Moguel, casi todos eran parientes, entonces a los camiones se les conocía como guaguas y tenían una campana que sonaban para que la gente saliera a abordarlos. Las carrocerías de esas primeras unidades las fabricaron la familia Requena y los Zaldívar, que también construyeron la de los tranvías– detalló el entrevistado.
Preocupado por la educación de los hijos de los trabajadores, en 1946, don Gonzalo López Manzanero fundó la escuela primaria de la Alianza de Camioneros, cuyo edificio se compró con recursos de los permisionarios, y luego en 1962, ya bajo la presidencia de don José Manuel López Literas, padre del ahora presidente de la Concanaco, José Manuel López Campos, se abrió el kínder.
-Ya en la gestión de mi padre, don Rubén Rodríguez Moguel, junto con los compañeros Joaquín Meléndez y el licenciado Wiliam Maldonado, comenzó a trabajar la Secundaria número 46, y tras gestiones ante los gobernadores Granja Ricalde y Víctor Cervera Pacheco, se construyó la preparatoria 6 en terrenos que se ocupaban los talleres, y recientemente bajo la administración de mi antecesor, Agustín Escalante Gamboa, se reimpulsó la preparatoria número 10, de Ciudad Caucel, y le ponen el nombre de mi padre– dijo orgulloso Rodríguez Berzunza, quien rememoró aquellos tiempos en los que a bordo de “Lolita” o de “El Corsario”, desde la madrugada cubría la ruta a Timucuy.
En la historia de esta organización se recuerdan los nombres que llevaban las dos grúas con las que se daba servicio a los autobuses: San Dieguito de Alcalá, que era de la marca “Study Baker”, y “Vendaval sin rumbo”, que fueron fabricadas por don Ernesto Alfaro, tío de don Juan Carlos Alfaro Gómez, que heredó esta labor que en la actualidad desempeña con equipos de gran capacidad de carga como un tracto camión.
También está muy presente en la memoria de los socios de la Alianza la imagen de don René Esparza Solís, operador y mecánico muy estimado en la agrupación y que dejó la estafeta en manos de su hijo Eder.
-Desde los 14 años mi papá, me llevaba al taller, y me decía: algún día lo vas a necesitar. Él falleció hace un año y su mejor enseñanza es que me enseñó a vivir de esto, y a sentir orgullo por pertenecer a la Alianza de Camioneros de Yucatán– concluyó.
Texto: Manuel Pool Moguel
Fotos: Luis Payán