La Arquidiócesis cambia la forma de dar catecismo para atraer a más fieles

En rueda de prensa celebrada ayer en la iglesia de Santa Ana, se dio a conocer un cambio muy importante en torno a la forma de enseñar el catecismo, que recalcó el obispo auxiliar de Yucatán, monseñor Pedro Mena Díaz, no concluye cuando se recibe el Sacramento de la primera comunión, pues debe ser un proceso continuo de aprendizaje que nos permita caminar durante toda nuestra vida en la fe cristiana y vivirla con plenitud.

“Nos encontramos en una realidad donde atendemos destinatarios de la catequesis que tienen un entorno social y familiar ya descristianizado”, mencionó el padre Edilberto Jacob López Chan, coordinador diocesano de la Dimensión de Pastoral Catequética, que como parte de estos cambios en el proceso de iniciación a la vida cristiana, se convierte en la Dimensión Diocesana de la Nueva Evangelización y Catequesis. 

“No se trata de cambiar las verdades de fe, ni de cambiar el evangelio, la iglesia desde su inicio ha custodiado estas verdades, pero desde los ojos de misericordia de Dios y dentro de este nuevo caminar, se requiere de nuevos métodos y nuevas técnicas para proyectar el mensaje del Evangelio y así responder a los retos que hoy el mundo nos ofrece”, recalcó el colaborador y diácono permanente, Mario Bernardo Chan Suárez.

En este sentido, recalcó que es necesario aprender a iniciarnos en la vida cristiana y caminar en el proceso que no se acaba ya que siempre se genera un nuevo inicio de manera sin dar a cuando cambiamos de edad y se pasa de la niñez a la adolescencia, y de manera posterior a la pubertad y a la adultez.

“Siempre hay nuevos retos y nuevos aprendizajes y también desde lo espiritual, la iglesia acompaña ese desarrollo humano para que podamos caminar durante toda nuestra vida en la vida cristiana, por lo que el proceso de catequización no solamente debe tener en cuenta a los niños y jóvenes sino también a sus padres”, abundó.

Y respecto a esta situación monseñor Mena Díaz explicó que a lo largo de este último año se reflexionó en la necesidad de dar un paso que exprese lo que como iglesia se quiere vivir, la Nueva Evangelización a la que Juan Pablo II convocó desde la década de los años ochenta.

“El que hace nuevas todas las cosas es Jesucristo, y es el Espíritu Santo que inspira para que dentro de este proceso abracemos este nuevo paradigma cuyo significado implica una nueva manera de ofrecer la palabra de Dios y de hacer discípulos nuevos en Cristo”, indicó. Al respecto, el diácono Chan Sánchez, subrayó que no se trata juzgar inútiles los métodos que el.pasado se han utilizado para la evangelización en la iglesia, sino proseguir lo que se hace, poniendo énfasis en una Nueva Evangelización que tiene unas características muy claras en cuanto al ardor en su método y en su expresión, (es decir de una manera intensa, vibrante).

Texto y foto: Manuel Pool