La citricultura está en decadencia: Alvarado y Sosa

El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Yucatán A.C. informó que la citricultura atraviesa por una situación de baja productividad e ineficiencia que la hace muy poco rentable para la entidad, como consecuencia de la falta de apoyos por parte de los gobiernos estatal y federal, así como del riego insuficiente y problemas de energía eléctrica, informó el presidente de la asociación, Lorenzo Alvarado y Sosa.

“En los últimos 25 años, la producción de los cultivos más importantes que se han desarrollado en Yucatán, como el henequén, el maíz, cítricos, papaya y chile habanero está en descenso, en declive”, aseguró Alvarado y Sosa en entrevista con Punto Medio.

De acuerdo con cifras proporcionadas por la organización, la falta de atención para mantener la superficie plantada existente, ocasionó que la superficie, en vez de aumentar, haya disminuido de más de 22 mil 500 hectáreas en el año 2001 a cerca de 18 mil 500 en la actualidad.

“La citricultura está en decadencia y nos dimos cuenta con los foros que hicimos, con las quejas de los productores, las experiencias y por lo hechos reales que nosotros mismos hemos visto”, lamentó Alvarado y Sosa.

El ingeniero indicó que en los últimos años no se han sustituido las plantas que ya no son productivas, mismas que tienen más de 30 años, además de que el apoyo oficial para que los productores puedan recibir plantas es muy reducido, pues estima que en los últimos cuatro años únicamente se ha apoyado a los productores con cerca de 200 mil plantas, cuando las necesidades reales son de 250 mil por año.

Según estadísticas de la asociación, los rendimientos promedio actuales de los cítricos que se cultivan en el estado son de 12.5 toneladas por hectárea de naranja dulce; 15.7 de limón; 12.1 de mandarina y 17.7 de toronja.

Mediante foros de análisis, discusión y propuestas sobre la situación del campo en el estado de Yucatán, la agrupación buscaba detectar las problemáticas del sector para proponer alternativas de solución que puedan contribuir para mejorar las condiciones de los habitantes de las comunidades rurales y propiciar un desarrollo sustentable.

Manifestó que los principales factores que perjudican la citricultura con los sistemas de riego mal instalados o incompletos y la falta de capacitación a los productores para regar; altos costos de energía eléctrica, además de los problemas que ocasiona el servicio proporcionado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), como cobros indebidos y equipos que dejan de funcionar por falta de capacidad en las líneas de suministro de energía; así como por deficiencias en la instalación, operación y mantenimiento de los equipos de bombeo.

“Como consecuencia de lo anterior, las necesidades de agua de las plantas no alcanzan a cubrirse y esto se refleja en la baja producción, aunado a una fertilización deficiente o incompleta”, añadió.

Alvarado y Sosa lamentó que en Yucatán, los beneficios de los apoyos son únicamente para unos cuantos que están “comiéndose los presupuestos” con la ventaja de ser personas cercanas a la política.

“No hay una política clara para impulsar la producción de cada uno de los cultivos. Los productores del sector social están muy desatendidos, y se está beneficiando a un sector allegado al gobierno de personas que están relacionadas a la estructura política”, aseveró.

“No hace falta que aumente la superficie de cultivo de cítricos, sino que esa superficie que ya existe, se siga atendiendo y se mantengan en buen estado las miles de hectáreas que hay para consolidar lo que ya existe, porque ésas son productoras con más de 20 años”, finalizó.

Miguel Duarte

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