Carlos Pérez
carper165@hotmail. com
Las situaciones climáticas que estamos viviendo en este momento en términos de su impacto nos lleva a pensar qué debemos hacer, quiénes deben intervenir, quién es el culpable, qué podrían hacer los diferentes actores de la sociedad; las respuestas pueden ser muchas, pero hoy en esta columna hablaremos de la responsabilidad y las obligaciones que tienen las empresas para implementar acciones para generar conciencia ambiental y que se conviertan en la filosofía de la organización, de tal manera que sean los colaboradores y todos sus públicos activistas para hacer de este mundo un lugar más verde.
Por conciencia ecológica entendemos la comprensión y la interconexión entre los seres humanos y el medio ambiente. Implica estar pendientes de los problemas ecológicos, por ejemplo, el cambio climático, la biodiversidad y la contaminación, la importancia de proteger y conservar los recursos naturales, es una forma de motivar a las personas para tener comportamientos responsables, fomentando el respeto por la naturaleza y promoviendo acciones que contribuyan a un desarrollo más equilibrado y sostenible, es decir, para las empresas es un llamado a generar acciones que nos permitan preservar el planeta para las generaciones futuras.
Podemos afirmar que lograr en los diversos públicos conciencia ambiental no solo es importante para la protección del planeta, sino que también representa una estrategia para las empresas que buscan crecer en un entorno en constante cambio climático, por eso es importante entender que las acciones para crear conciencia nos permiten: Sostenibilidad a largo plazo para reducir costos operativos, responsabilidad social para actuar de manera ética y responsable, ser un diferenciador en el mercado al implementar acciones que demuestren compromiso medio ambiental, impulsa la innovación, ya que las empresas buscan desarrollar productos y procesos más sostenibles y puedes lograr una sólida reputación en materia de sostenibilidad al mejorar la imagen de marca y generar lealtad entre los consumidores.
Con todo lo anterior nos podemos dar cuenta como bien dice el título de la columna de hoy, que es necesario hacer propia la conciencia ambiental y convertirla en parte de la filosofía de las empresas y cada uno de los públicos internos y externos ser embajadores y activistas que difundan que sí podemos hacer de este planeta un lugar verde. ¿Ya iniciaste como empresario?