El especialista aclara que no se debe pegar a un hijo, gritarle le hace mal, amenazarlo es también una forma sistemática que repercute en su desarrollo cerebral y estudios demuestran que los estilos familiares inciden notablemente en la forma que se comportan los niños
El médico psiquiatra, psicoterapeuta cognitivo posracionalista, Lucas Raspall, declaró que hay que apostarle a la crianza sin violencia, que parece no ser tan efectiva, pero que a la larga formará a ciudadanos con valores y con emociones más sólidas.
Raspal es especialista en Psicoterapia Zen y Acupuntor, se desempeña como profesor universitario titular de cátedras en las facultades de Medicina y Psicología. Además, es vocero en Argentina de la Fundación América por la Infancia.
En entrevista para En Charla Con, señaló que la crianza positiva, que es todo un marco de referencia, invita a papás y mamás, a los adultos, a considerar las prácticas convenientes del desarrollo, eventos que fortalecen esas capacidades, quienes salgan después vayan sembrando la semilla que no se debe pegar a un hijo, que gritarle le hace mal, amenazarlo es una forma sistemática de crianza que repercute las trayectorias del desarrollo cerebral. Por lo general, le gusta entender desde la ciencia y no hay obsesión, que tiene investigación desarrollada y hay que hacerse cargo.
Resulta molesto enterarse de un hijo que se enredó en problemas por meterse con los demás o por ser catalogado como hostigador.
Aunque pueda parecer difícil procesar esta novedad, es importante actuar de inmediato. Ya sea que el hostigamiento sea físico o verbal, si no se detiene, puede dar lugar a una conducta antisocial más agresiva e interferir con el éxito de su hijo en la escuela y su capacidad para entablar y sostener amistades.
Los niños hostigan por muchas razones. Algunos lo hacen porque se sienten inseguros. Meterse con alguien que parece más débil en el aspecto emocional o físico hace que uno se sienta más importante, popular o al mando. En otros casos, los menores hostigan porque simplemente no saben que es inaceptable meterse con otros niños que son diferentes en cuanto a tamaño, apariencia, raza o religión.
En algunos casos, el hostigamiento es parte de un patrón continuo de conducta desafiante o agresiva. Es posible que estos niños necesiten ayuda para aprender a manejar la ira, el daño, la frustración u otras emociones fuertes. Quizás carezcan de las habilidades que se necesitan para cooperar con los demás. El asesoramiento profesional a menudo puede ayudarlos a aprender a manejar sus sentimientos, reducir el hostigamiento y mejorar sus habilidades sociales.
Hace unos meses, hubo un caso en el país donde una joven mató a otra, cuando se escarba se da el caso que había bullying…
Los estudios demuestran que los estilos familiares de crianza inciden notablemente en la forma que se comportan los niños, cuando se realizan los estudios de acoso escolar sistemático que cada vez bajo el paraguas de bullying nosotros encontramos formatos familiares donde los padres y madres no han sabido ser sensibles a las necesidades eso está dicho. El bullying es un fenómeno más complejo que la crianza, no es una cosa lineal, mamá, papá divino abrazo y el niño estará bien, la sociedad está violenta hay que pensarlo de esa manera con la complejidad.
¿Hay que trabajar en el tejido social?
Siempre hay que trabajar en el tejido social, no sé cuando fue el momento de la historia en que se nos cruzaron los cables siempre hay que trabajar en esto, hay que enfocarse en la unidad familiar, si miras al costado al amigo, de tu hijo, que va a la escuela le van a pasar cosas, nadie puede desatender un niño, en algún punto para la sociedad son hijos de todos.
Un psicólogo señala que las conductas violentas son a causa de detonadores…
Puede detonar, pero no son las causas, por ejemplo, un chico que sufre bullying desde hace cinco años se mata. La situación interviene como factor para que ese chico pueda pensar sí, que un agravamiento de esa situación gatille el pasaje al acto sí, pero la situación siempre es más compleja.
Actualmente, con el problema de salud mental, es difícil acceso. ¿Cómo trabajar esto?
Son políticas de Estado, si las autoridades no toman en serio la salud mental ésta destrozará. Es una lectura muy extraña que no se le dé la entidad que se le da al resto de la salud, que no existe la diferencia de lo biológico de lo mental.
¿Cómo es el panorama de la crianza en Latinoamérica cómo está México en ese aspecto?
El panorama en los países de Latinoamérica es similar los estilos de crianza. Esto no hace que no se tenga que ocupar todos tenemos que ocuparnos.
¿Son alarmantes los problemas de la infancia?
Tampoco es apocalíptico, estamos haciendo una sociedad terrible, es cierto cuando nosotros no nos ofrecemos como base segura para el desarrollo, ellos pierden oportunidades para el desarrollo de los recursos que lo acompañarán toda la vida, esto se termina en síntomas que pueden ser físicos, psicológicos.
Texto: Darwin Ail
Fotos: Andrea Segura