La demanda de los usuarios y la industria superan la infraestructura de la CFE

Aunque se espera que con la entrada en funcionamiento de las dos nuevas plantas de ciclo combinado que la Comisión Federal de Electricidad está construyendo en Valladolid y Mérida, se resuelva el tema del abasto de energía eléctrica a la Península de Yucatán para los próximos 20 30 años, es necesario asegurar la llegada de gas natural en cantidades suficientes para alimentarlas.

En ese sentido, el gobernador Mauricio Vila Dosal ha declarado que se trabaja muy fuertemente para que la ampliación del ducto de gas natural de Mayakán por fin  conecte con el ducto marino de Texas, y que se tenga el gas natural necesario, no solamente para la industria yucateca, sino también para que las plantas de generación de energía actuales y las nuevas puedan producir energía con gas natural y que esto se refleje en el recibo de luz y que las tarifas bajen a mediano plazo.

A la vez que también se requiere trabajar en la modernización de la infraestructura, así como en la instalación de plantas generadoras de energía solar o eólica para completar la creciente demanda qué se tiene en la entidad, que en el caso de la capital yucateca se incrementó a casi un 50%  en lo que va del año.

Y es que según explican especialistas en el tema de la industria eléctrica, en el caso de Yucatán, ha aumentado de manera importante la población y por ende los consumos de energía, y más cuando el calor es intenso, como ocurrió en el mes de junio, cuando, en el caso de Mérida se alcanzó una demanda de 900 megas, casi el doble de lo normal.

“En la Península se tiene muy poca generación, alrededor de mil cien megas y en el mejor de los días mil 200, hay una sola línea de transmisión diseñada para mil 050 y que opera a mil 200 y la han llegado a operar hasta a mil 250 por lo que se sobrecalienta y vienen los apagones”, explicó el especialista en energías renovables, Benigno Villarreal.

Y uno de los sectores más afectados con el tema de los apagones es el sector Industria ya que les generan pérdidas millonarias, ya que de acuerdo al presidente de la Canacintra en Yucatán, Abelardo Casares Ad, detener tan sólo un minuto los equipos puede representar un costo de hasta 45,000 pesos.

“Hay un aumento en el consumo de energía eléctrica que alcanza un 40% más de lo normal por efectos del calor en comparación del año pasado, esta situación sí nos afecta, pues aunque no es necesariamente el componente que más impacta en el precio final de los artículos, sí es una parte importante del costo”, subrayó el dirigente, quien comentó que para evitar problemas con los apagones al igual que otros industriales buscan incursionar en el uso de baterías de almacenamiento.

“No vemos que la solución pueda venir en corto plazo y aunque se le plantee a las empresas o dependencias no está en sus manos, y vemos que tampoco tener una subestación soluciona el problema, solo tener un banco de baterías puede ayudarnos a enfrentar los mini cortes de energía eléctrica”, explico.

El líder de la Canacintra explicó que la tecnología de almacenamiento en baterías, que, es relativamente reciente que se empezaron a adoptar en Yucatán, y aunque es elevado su costo a final de cuentas resulta ser más económico que estar expuesto a los cortes de la corriente

“Además, contar con este sistema de almacenamiento, permite no consumir la corriente de la CFE en horarios picos, y con ese beneficio se paga el banco de baterías y se obtiene un beneficio adicional”, detalló.

Alejandro Guerrero Lozano, presidente de la Asociación de Maquiladoras de Exportación, Inex Yucatán, celebró que, a pesar de no contar ahora con electricidad barata, sea la seguridad el activo que más valoran los empresarios.

Texto y foto: Manuel Pool