Varios partidos han presentado algunas propuestas, pero el psicólogo Ángel Patrón Caamal señala que se requiere algo integral para abandonar el mito de que el que va al psicólogo o psiquiatra está loco; tener una buena alimentación y hacer ejercicio, crucial para tener buena salud mental
Aunque se reconoce que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) presentó una iniciativa de ley en salud mental, hace unos años el Partido Nueva Alianza (Panal) logró, a través de una ley, que más psicólogos estén en los colegios, pero sólo en teoría, porque en la práctica se aumentaron contadas plazas, la depresión sigue en aumento y para esto lo que se requiere es un trabajo multidisciplinario, porque no sólo se necesitan de psiquiatras o psicólogos sino también de médicos y nutriólogos.
Parece que la estrategia no derriba los cimientos del problema. Apenas en el inicio del año van más de una decena de suicidios, de personas que no salen de ese laberinto y que en muchas ocasiones sin alguien que los pueda orientar a salir de ese infierno. Con sello surrealista, este flagelo es como un pulpo, que te atrapa y que requieres de mucha ayuda y fuerza de voluntad para escapar de todos los tentáculos.
El fundador de la Asociación Yucateca de Desarrollo Humano y Académico, Ángel Ildefonso Patrón Caamal, indicó que dotar de psicólogos a los colegios es un buen paso, pero lo ideal es algo integral, el hecho de decir que un familiar va al psicólogo o al psiquiatra puede ser un estigma muy grande, existe el tabú que el psicólogo o psiquiatra es para gente loca, pueden existir muchas condiciones de salud mental que si se atiende a tiempo pueden evitar que evolucione.
Señaló que esto debe ser integral dado que también se requiere de buena alimentación, que la proporciona el nutriólogo, donde se obtendrá el triptófano y esto se transforma en serotonina que regula el sueño, la presión arterial, la conducta sexual, las emociones, impulsos, el dolor; el cuadro depresivo está asociado a esto, algo que hay cuidar en los pacientes es la alimentación, se vuelve un círculo vicioso, no quiere comer y no fabrica esa sustancia y se deprime más. Además, con el ejercicio se liberan endorfinas y da esa sensación de bienestar.
“Los antidepresivos tienen serotonina pura y cuando el paciente los consume puede haber una mejoría, a partir de los 15 días mejora su calidad de sueño, estado de ánimo y tiene más energía para hacer las cosas y su aseo personal”, destacó.
Dijo que luego de la pandemia se reporta un aumento del 25% de depresión en varios ámbitos, e incluso de 2021 a 2022 aumentó en su agrupación un 40 por ciento las consultas: el año pasado tuvieron 1,600 consultas, donde el 70% tuvo características depresivas por diversos motivos, ya sea por cuestiones escolares, de pareja, laborales y el otro 30 por ciento fue de ansiedad, crisis de la edad y adicciones.
Respecto al aumento de los casos, Patrón Caamal recalcó que la epidemiología llama la atención las cifras ya que refleja que va en aumento, aunque tal vez la realidad se tiene más acceso a la salud mental y cada vez más personas son consciente de buscar el apoyo profesional, por lo tanto, se acercan a clínicas, igualmente la comunicación permite que se ha normalice y afortunadamente busquen ayuda profesional.
“Los casos de depresión estadísticamente han aumentado, pero pueden existir varios factores en particular como la pandemia, económica, las adaptaciones al contexto escolar, la situación laboral, cada año es más complejo, lo interesante también es que hay más personas que se acercan a las consultas”, sentenció.
Cuando se realizan programas tienen que dirigirse a un sector en particular, no es la misma forma en que una persona adulta va a manifestar la depresión que en un adolescente, lo curioso es que los padres minimizan la crisis; el niño está deprimido, terminó una relación de pareja y para nosotros es algo absurdo, pero para ese sector de edad, para el desarrollo emocional, esto representa una crisis.
“La crisis del desarrollo se presenta en cada etapa determinada de la vida, por eso podemos creer que un joven no se puede deprimir”, enfatizó.
Explicó que la depresión puede enmascararse, es decir, no tiene los síntomas típicos como el llanto, pero se puede ocultar este estado de ánimo, lo que representa un peligro.
Sobre la recomendación de los familiares y amigos cuando vean una situación, expresó que definitivamente hay que aceptar que puede existir una situación como ésta dentro de la familia, se suele ser hermético por aquello de cuidar nuestra imagen, el hecho de decir que un familiar va al psicólogo o al psiquiatra puede ser un estigma muy grande, existe el tabú que el psicólogo o psiquiatra es para gente loca, pueden existir muchas condiciones de salud mental, pero si se atiende a tiempo se puede evitar que evolucione.
“Vemos situaciones donde la persona ha atentado en contra de su integridad, hay señales previas, se puede evitar que evolucione Y se vuelva mucho más complejo, y si no somos conscientes que se puede configurar en 15 días, puede estar bien y se deteriora su estado de ánimo, el detalle es que es episódico, puede ser que estuvo en un bache, se levanta y posteriormente vuelve a caer, como vemos el subir y bajar que puede ser que busca llamar la atención o no creemos que sea algo grave”, explicó.
El fundador de la Asociación Yucateca de Desarrollo Humano y Académico reiteró que hay que aprender a escuchar, es una tarea importante de la familia, hay que tener comunicación, empatía y buscar apoyos, alternativas de solución, pues una persona cuando está en crisis no busca puerta, tiene la visión de túnel que no analiza las opciones que están a su alrededor.
Una mujer tiene el doble de probabilidad de padecer depresión que el hombre, y a los 45 años esta probabilidad aumenta en las mujeres, también puede ser hereditario.
En cuanto al tratamiento, desde el punto de vista psicológico consiste en terapias cognitivas, conductuales que tienen la finalidad de identificar los pensamientos, ideas que dan vuelta en la mente de las personas, conocidas como rumiativas, muchas veces la visión catastrófica, esa forma de pensamiento del todo o nada, e incluso los “deberías” que la sociedad nos enseña, o está el caso de la vocación, donde los padres trazan futuros y presionan; por ejemplo, si al hijo le gusta el arte le dicen que pasará apuros económicos, en lugar de desarrollar el potencial, lo que impide la autenticidad de las personas.
En caso del tratamiento farmacológico trabajan de manera conjunta con médicos nutriólogos para darlo de manera integral, por eso es importante que los hospitales cuenten con más psicólogos.
Por último, Ángel Ildefonso indicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidó que se invierta el 10 por ciento del Producto Interno Bruto del país en materia de salud mental, y que hasta 2013 no se invertía ni el 1 por ciento, era el .8%, aunque hoy es probable que haya aumentado y llegue al dos por ciento, pero sólo sería la quinta parte de lo que se recomienda.
Texto: Darwin Ail
Fotos: Cortesía