Salvador Castell-González
La economía social (ES) es un modelo de producción y distribución de bienes y servicios que se basa en principios de cooperación, solidaridad, democracia y participación. Su objetivo es satisfacer las necesidades de las personas y las comunidades, respetando el medio ambiente y los derechos humanos.
La economía social no busca el lucro como fin, sino como medio para generar impacto social y ambiental positivo.
La ES tiene un importante papel en la justicia social y la sostenibilidad, ya que contribuye a reducir las desigualdades, a crear empleo digno e inclusivo, a fomentar la cohesión social y territorial, a promover la innovación social y a preservar los recursos naturales.
La economía social es una alternativa viable y necesaria al modelo económico dominante, que ha demostrado su incapacidad para garantizar el bienestar de las personas y el planeta.
Este modelo de acción está formado por diversas formas jurídicas y organizativas, como cooperativas, asociaciones, fundaciones, empresas sociales, mutuas, centros especiales de empleo, entidades de inserción, comercio justo, banca ética, etc. Todas ellas comparten una serie de valores y principios comunes, como la primacía de las personas sobre el capital, la gestión democrática y participativa, la transparencia, la responsabilidad social y la reinversión de los beneficios en la actividad o en la comunidad.
La ES representa una parte significativa del tejido económico y social de muchos países. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la economía social emplea a más de 200 millones de personas en el mundo, lo que equivale al 10% del empleo mundial. En España, según el último informe del Cepes (Confederación Empresarial Española de la Economía Social), la economía social genera más de dos millones de empleos directos e indirectos, lo que supone el 12.5% del empleo total.
Es un sector dinámico y resiliente, que ha sabido adaptarse a los cambios sociales y económicos, ofreciendo soluciones a los problemas emergentes. La economía social es también un agente clave para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, que plantean un nuevo paradigma de desarrollo basado en la inclusión, la equidad y la sostenibilidad. Sin justicia social, no puede haber justicia climática.
La economía social necesita del apoyo y el reconocimiento de las administraciones públicas, los agentes sociales y la ciudadanía en general, para consolidar su papel como motor de transformación social. La economía social es una oportunidad para construir una sociedad más justa, solidaria y sostenible.
En resumen, la Economía Social es un modelo de desarrollo económico de la base poblacional que tiene como objetivo fortalecer a los sectores mas vulnerables y en mayor estado de pobreza incentivando actividades económicas para satisfacer sus necesidades y derechos, pero ponderando siempre al sector social sobre el enriquecimiento.
Es por eso que la Economía Social es un modelo utópico para alcanzar los objetivos del Desarrollo Sostenible detonando el desarrollo consciente y responsable. Hagamos que las cosas sucedan.