Rogerio Castro Vázquez
@rogeriocastrova
¿Ya notaron que un grupo de intelectuales y editorialistas están cargando con todo contra los cambios en la educación?
No es casualidad que al mismo tiempo hablen de un tema. Seguro tienen línea.
Se les ha encargado otra campaña de desprestigio porque ya no es la cúpula la que manda.
El Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador ha propuesto un modelo llamado Nueva Escuela Mexicana (NEM) que busca que la enseñanza promueva valores humanistas y científicos, a través de estrategias que detonen las facultades, habilidades y destrezas de niñas, niños y jóvenes.
Se quiere que vean en las aulas más temas relacionados con valores culturales, morales, cívicos, éticos, socioemocionales, de salud, nutrición, prevención, no violencia y fraternidad, entre otros.
El objetivo es erradicar los vicios del modelo neoliberal que fomentaba el consumismo e individualismo.
Pero a ese grupo no le interesa. Quiere que todo siga como antes, porque resulta que los cambios en la educación se hacían desde los escritorios de la oligarquía, de los grandes potentados que se sentían dueños de México y que la usaban como pretexto para hacer negocios.
Ahí está el caso de un empresario que desde su asociación civil redactó la mal llamada reforma educativa de Peña Nieto. El mismo hombre de negocios que se encargó de decir que los maestros eran personas “organizadas para delinquir”, que exigió el uso de la fuerza contra los maestros y causó muertes y que organizó la sucia campaña de desprestigio en contra del magisterio.
Esos intelectuales y pensadores lo veían bien. Tan bien que callaron con casos tan cínicos como los fraudes con los bebedores escolares y los pizarrones electrónicos de la “enciclomedia”, con los que robaron miles de millones de pesos.
¿De dónde salían los recursos que se robaron? De un fideicomiso. Ahora entendemos por qué el Gobierno los extinguió y por qué ellos los defendían.
Pero eso es pasado. Esa reforma educativa privada ya se tiró.
El Presidente no iba a permitir más una educación “patriarcal, racista, competencial, colonial, eurocéntrica, inhumana y clasista”, citando a la maestra Delfina.
Se recuperó la dignidad del profesorado, se le está actualizando y capacitando, se le está mejorando el sueldo. Se abatió el huachicol educativo, que traficaba plazas. Hoy tenemos procesos transparentes. Ya se entregaron 600 mil basificaciones.
Como nunca en la historia, ya se dieron 11 millones de becas a alumnos de familias humildes.
Ahora los recursos a las escuelas llegan de manera directa, sin ong’s o ac’s de intermediarias. Se está fortaleciendo la infraestructura.
Pero algo muy importante, los cambios que hoy se proponen no los hacen sólo especialistas, no.
En la construcción de la NEM están participando las y los alumnos, sus maestros y, además, las y los padres de familia, porque ahora sí se pone al centro la comunidad educativa para la toma de decisiones.
La educación es un pilar y la 4T lo está dejando más firme para que México tenga un mejor futuro.