La felicidad del adulto mayor es no encasillarse, no abrumarnos con pensamientos, no dejarnos gobernar por los hijos, ser libres, expresar lo que sentimos, esa es la felicidad, ser libre, hacer lo que a uno le plazca, afirmó la señora Mildre Villalobos, de 72 años, quien es maestra de tejido en el club de adultos mayores La Felicidad Comienza A.C.
Doña Mildre, originaria de Veracruz, llegó hace año y medio a Mérida, después de jubilarse, sin embargo, pasó por momentos de depresión ante la inactividad que representó su cambio de vida.
“Aquí vive mi hijo, acá consiguió trabajo él, pero yo me vine a vivir sola, entonces estando sola me comencé a sentir muy mal, tener 30 años de servicio y después venir a no hacer nada”, explicó.
Fue gracias a una expo del adulto mayor organizada en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI que se enteró de los servicios que brinda la asociación La Felicidad Comienza, y desde que tomó la decisión de asistir su vida ha cambiado totalmente.
“Al principio dudé porque a nadie conocía, pero me gusta llevarme con las personas, me gusta convivir. La experiencia ha sido fabulosa, convivir con mis compañeras, platicar con ellas, conocer nuestros problemas, aconsejarnos. Aquí hacemos desayunos, cantamos, bailamos. Nosotros tenemos una vibra tan buena”, comentó con una plena sonrisa.
Por su parte, Rafael Pinto Ontiveros, fundador y presidente de La Felicidad Comienza, explicó que los adultos mayores son un sector de la población que requiere mucha atención, no solamente en la parte médica, sino en el trato humano. Asimismo, agregó que tiene la visión de crear un albergue, por lo que está en gestiones con personas altruistas para concretar el proyecto.
– José Villegas
