Ángel Canul Escalante
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¿Ya tienes listo tus regalos? Esta y otras preguntas o frases son las que podemos encontrarnos en todo tipo de sitios físicos y virtuales. Lo cierto es que hacer un artículo sobre cómo el capitalismo se robó la Navidad es sencillo. Incluso no sería necesario, en internet abundan las columnas que critican lo que muchos ya saben: la superficialidad tanto del consumismo reflejado en las compras compulsivas y cómo es posible que tal fecha gire en torno a los regalos. Algunos incluso tratan de desmarcarse planteando propuestas: “Comprar tus regalos mientras hundes el capitalismo ya es posible”, se lee en un artículo donde la lógica no es tan distinta: pues invita a optar por un consumo local y responsable, pero al final, siempre consumo.
Pero si la única manera de acabar con el capitalismo es dejar de consumir, estamos muy lejos de lograrlo. Poco o nada influye que sepamos la vorágine que está detrás de la luces, juguetes y adornos. En estas fechas hasta los más antisistema y anticapitalista caen en la dinámica de las compras irracionales.
Habría que optar por nuevas y mejores formas de concientización ante semejante inmanencia. Quizá el llamado de resistirse a comprar no penetra en el colectivo por tratarse de un hacer nada. Llamar a la organización para desmantelar el sistema de explotación que está detrás de todas esas mercancías puede ser una opción para proponer algo concreto a hacer. Incluso se debería entender como un deber. Después de todo ¿a usted no le importa que un niño en algún lugar de un país más pobre que el suyo sufra con tal que podamos tener una “feliz Navidad”?
