La Iglesia católica, comprometida con ser la voz de quienes la han perdido

El arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, aseguró que Dios está atento a los sufrimientos de sus hijos, mira el sufrimiento de sus hijos en Ucrania; mira y escucha el clamor de las madres buscadoras, ha visto con dolor lo sucedido en el campo de exterminio de Teuchitlán, Jalisco, lo mismo que en otros campos de exterminio que existen o han existido en diversos lugares de la geografía mexicana.

Añadió que es difícil para las autoridades reconocer y aceptar esos hechos, pero el Señor no los ignora, y a su tiempo, dará a cada quien lo que se merece. Sobre ese lugar de exterminio y de cualquier otro lugar en nuestro territorio, los obispos de México hemos dicho: “La Iglesia Católica en México renueva su compromiso de ser voz de los que no tienen voz y de colaborar incansablemente en la construcción de un país donde prevalezca la justicia, la verdad y el respeto irrestricto a la dignidad humana”.        

Recordó que en días pasados, ocho jóvenes de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Irapuato fueron asesinados, “oremos por su eterno descanso, por la fortaleza y consuelo de sus familias. Este hecho no lo mandó el Señor, sino los que se dedican a las obras del mal. Ante Dios, este acontecimiento no quedará impune, sino que dará a cada parte lo que le corresponde.”

Refirió, que cuando hay fe y esperanza, quienes se enferman, accidentan o sufren de cualquier forma, bendicen al Señor que les permite unirse a la cruz de Jesús, para el perdón de sus propios pecados y para colaborar en la obra de la redención del mundo. Explicó que entonces el sufrimiento, para un creyente se convierte en un privilegio.

Texto y foto: Darwin Ail