La Iglesia hace llamado a jóvenes para priorizar y cuidar a los abuelitos

En este domingo décimo octavo del Tiempo Ordinario, el cual coincide con la fiesta de la Transfiguración del Señor, durante su homilía dominical, el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, hizo un llamado a las juventudes a priorizar y cuidar a sus abuelos y ancianos.

Señaló que los adultos mayores son personas llenas de experiencia que pueden aportar a las juventudes experiencia y las juventudes inyectarles de ésta misma con su idealismo y alegría. 

Recordó que ayer concluyó  la Jornada Mundial de la Juventud 2023 (JMJ) en Lisboa, Portugal, en la que han participado más de un millón de peregrinos de 140 países, de los cuales alrededor de 25,000 son mexicanos y entre ellos 86 yucatecos. 

“A todos ustedes, jóvenes que me escuchan, Dios los ha convocado a participar espiritual y virtualmente, para recibir las gracias de esta Jornada”, indicó.

Indicó que el lema de esta JMJ está tomado del pasaje de san Lucas 1,39, “cuando luego de la anunciación y la encarnación del Verbo de Dios en María, ella se levantó y partió sin demora. Dice el papa que María no se volvió hacia adentro, sino hacia afuera, al encuentro de su prima Isabel, siguiendo el deseo de Dios para su vida. Esto nos enseña que todo cuanto recibimos de Dios es para ponerlo al servicio de los demás, no para volvernos hacia nosotros mismos”.

“El papa Francisco ha estado participando en esta Jornada, que hoy clausuró con una Eucaristía. El Santo Padre recomendó a los participantes que antes de partir a Portugal fueran a visitar a sus abuelos, y que quien no los tuviera fuera a visitar a cualquier anciano. La conexión de los jóvenes con sus abuelos es muy importante, porque ellos les “inyectan” un poco de juventud con su idealismo, alegría y entusiasmo, mientras que los abuelos les “inyectan” a los jóvenes un poco de la sabiduría que han aprendido con los años”, abundó.

Recordó que la juventud respeta la experiencia de los años que han vivido los ancianos. Ejemplo de esto fue que en la segunda lectura el apóstol san Pedro, ya un tanto anciano, da un testimonio de la Transfiguración de Jesús sobre el monte Tabor, que él presenció junto a Santiago y el joven Juan. 

Finalmente, hizo un llamado a los diáconos, que han seguido la Eucaristía en diferentes lugares de México, que durante la semana que termina han estado unidos en oración por las vocaciones al diaconado permanente, continúen sirviendo en su ministerio, y háganlo con fidelidad, con generosidad y alegría, teniendo en cuenta que el evangelio que proclaman y predican es palabra viva de Cristo.

Texto y foto: Andrea Segura