La LXI Legislatura de Yucatán, que concluyó el 31 de agosto, fue de claroscuros, pues cumplió con leyes para atajar grandes problemas como la mafia inmobiliaria, pero falló en otros, como el matrimonio igualitario y la lucha contra los feminicidios, aseguró el Maestro en Antropología Social, Efraín Eric Poot Capetillo, investigador en la Unidad de Ciencias Sociales, del Centro de Investigación Regional Dr. Hideyo Noguchi de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Además, muchos de sus integrantes sólo fueron a cumplir con lo mínimo, para medio desquitar el sueldo, pero no hay registros de iniciativas o discusiones en las diferentes sesiones de trabajo.
En entrevista con Punto Medio, Poot Capetillo fue contundente:
—Está Legislatura trabajó al más viejo estilo. Es decir, hubo algunos temas que ni los voltearon a ver, como el matrimonio igualitario y otros que solo de pasadita, como la lucha contra el feminicidio, tuvo que pasar un asesinato terrible para que legislaran sobre el tema—indicó.
El investigador dijo que muy probablemente la violencia de género no se tomó en serio por los legisladores que se fueron, porque vivimos en un estado seguro, pero lo que tampoco advertimos es que la violencia mayor empieza en casa, en el seno familiar o en las colonias.
–Creo también que no se tomó en serio el legislar sobre violencia de género o en otros temas importantes, porque los legisladores, incluidos los del partido del gobernante en turno, no tienen agenda. Es decir, reaccionan a los acontecimientos del día o a lo que se les pide en Palacio de Gobierno—afirmó.
Es más, asegura el especialista, ni siquiera tienen agenda partidista, porque responden a quien los postuló.
–Creo que estos diputados que concluyen su labor estuvieron atados de manos o atrapados en las dinámicas de los gobiernos, respondiendo a coyunturas sociales que se les iban presentando—recalcó.
Otro ejemplo de esa forma de legislar fue cuando llegó la plataforma Uber a Mérida.
Para el investigador universitario, las últimas discusiones de los legisladores son las que han quedado presentes en el imaginario, porque atienden un problema serio, como es el combate a la mafia inmobiliaria.
–Indudablemente su sola discusión es un gran avance, el asunto está en que se logre entender y aterrizar por los interesados en el tema, como son los notarios, escribanos y jueces—indicó.
¿Qué nombres son los que recuerda, que nombres cree que recordarán los ciudadanos?
La respuesta no fue inmediata. Luego de unos segundos, el maestro universitario contestó:
–A Jazmín Villanueva de Morena, creo que siempre fue la voz discordante, divergente, siendo del entonces partido minoritario, ahora ya no, encontró la forma para destacar, se ve que hubo una buena asesoría de la organización política—afirmó.
–Del PAN yo anotaría a Beatriz Zavala Peniche y Elías Lixa Abimerhi. Ellos dos supieron discutir las ideas, en especial Lixa, pues dio la batalla en los procesos legislativos—agregó.
Del PRI, sin duda la estelar fue Celia Rivas Rodríguez, admitió Poot Capetillo.
–Y eso fue en gran medida porque es una organización fuerte y grande, pero también disciplinada—explicó.
Texto y foto: Esteban Cruz Obando