Como ya es una tradición, desde hace más de 20 años, las integrantes del taller Colegio Mérida dieron muestra anoche de su talento con el musical “Un acto de amor”, una historia con la que compartieron al público un mensaje muy importante: “Vivir a diario el amor con la gente que nos rodea”.
Esta obra, que es una adaptación de la película “Frozen, una aventura congelada”, llenó de color y alegría durante dos días el escenario del Teatro Armando Manzanero, donde se vivieron momentos de emoción y mucha magia, en torno a las coreografías que prepararon las alumnas de primaria a preparatoria, que se esmeraron por hacer su mejor papel ante la mirada de los integrantes de la comunidad educativa dirigida por las Religiosas de la Congregación de Jesús María.
Al caer el telón de la segunda y última función, de las cuatro programadas, la coordinadora general del musical, Regina Guillermo Rodríguez de Chehuán, platicó con el equipo de Punto Medio y destacó que en escena estuvieron 74 alumnas, con dos elencos diferentes en los papeles principales, que ayer correspondieron a Fernanda Becil Medina y Carolina Cabrera Lizárraga, quienes dieron vida a Elsa y Ana en su etapa adulta, mientras que el miércoles fueron María Eugenia Muñoz Gamboa y Valentina Flores Cáceres quienes encabezaron el elenco.
Mención especial merece la actuación que la joven Regina Carrillo Granados realizó en las funciones del jueves, lo que se reflejó en los aplausos que el público le brindó al dar vida y personalidad a Olaf, el muñeco de nieve, que tuvo una participación importante en el argumento.
-Son unas niñas muy talentosas, que además de llevar las materias tradicionales también se interesan en el arte. Y en este musical dieron muestra de sus aptitudes, es algo muy grato porque los ensayos comenzaron desde septiembre, entonces es la culminación del trabajo de meses, tiempo en el que se prepararon para cantar en vivo hoy, y para eso tomaron clases de canto y hasta grabaron en un estudio sus voces, hay mucho talento en la escuela- dijo emocionada la entrevistada.
Texto y foto: Manuel Pool Moguel