La mancha urbana y deforestación provoca que llueva poco en Mérida

Llama mucho la atención el inicio tardío de la temporada de lluvias en Yucatán, especialmente en las zonas noroeste y oeste del estado, donde se ubica la gran metrópoli del sureste: la ciudad de Mérida. En estas áreas, prácticamente no se han registrado precipitaciones pluviales significativas y, en los casos en que sí ha llovido, los acumulados han sido mínimos.

Ante esta situación, el meteorólogo del Comité Institucional para la Atención de Fenómenos Meteorológicos Extremos de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), Juan Vázquez Montalvo, ofreció una explicación.

Según el especialista, el crecimiento acelerado de la mancha urbana ha generado una intensa emisión de calor, provocada principalmente por la deforestación, la escasez de áreas verdes y el movimiento constante derivado de las actividades humanas. Esto ha causado un sobrecalentamiento en la ciudad.

Vázquez Montalvo explicó que estos factores generan una gran “burbuja de calor” que puede alcanzar hasta más de cinco kilómetros de altura sobre Mérida. Este fenómeno altera las condiciones meteorológicas locales, dificultando la formación de lluvias e incluso dando lugar a eventos climáticos extremos que pueden dañar la infraestructura urbana y poner en riesgo la vida de sus habitantes.

“Esta burbuja de aire caliente que se forma sobre Mérida es una de las causas por las que no se han presentado lluvias de manera regular en la ciudad. La otra causa es el viento del noreste, también conocido como la brisa marina, que llega desde el mar”, explicó el experto.

El especialista en huracanes detalló que el vapor de agua inicia la formación de nubes a través de un proceso llamado calentamiento diurno, mediante el cual las moléculas de vapor ascienden y, al alcanzar cierta altura, provocan precipitaciones. Este es el proceso natural de formación de lluvias en Yucatán.

Otra vía importante para la generación de lluvias es la entrada de humedad proveniente de los océanos, la cual favorece la formación de mantos nubosos en la Península de Yucatán, particularmente en el estado.

Sobre la burbuja de aire caliente, Vázquez Montalvo indicó que genera tres efectos sobre los sistemas nubosos que llegan a Mérida:

Desvío de nubes: Al llegar los mantos nubosos a la ciudad, el aire caliente seco actúa como una barrera, dividiendo las nubes. Unas se desvían hacia el este y otras hacia el oeste, dejando a Mérida sin precipitaciones.

Dispersión de humedad: En otros casos, las nubes pierden humedad al toparse con esta burbuja, provocando lluvias ligeras únicamente en los límites de la ciudad. Luego, más adelante, al recargarse de humedad, estas nubes pueden generar lluvias en otras zonas fuera del núcleo urbano.

Choque térmico violento: La interacción entre el aire caliente de la burbuja y los mantos nubosos puede producir un choque térmico, acelerando la formación de nubes y generando tormentas intensas, con fuertes vientos y lluvias violentas. Este fenómeno puede derivar en ráfagas de viento severas (wind bursts) o incluso mini tornados, con potencial para causar daños importantes a la infraestructura y representar un peligro para la población.

Finalmente, el meteorólogo advirtió que, debido al cambio climático, estas burbujas de aire caliente no se disipan fácilmente y pueden persistir durante todo el año, manteniendo sus efectos sobre el clima local por periodos prolongados.

Texto y foto: Darwin Ail