OXKUTZCAB.- Este fin de semana en la plaza de Oxkutzcab se registró un acostumbrado movimiento comercial de compra de frutas y verduras.
Uno de los cítricos que está en bonanza por el alza en el precio es la mandarina, que se cotiza en la plaza de Oxkutzcab de 300 a 350 pesos la caja. Debido al alto precio, introductores e intermediarios llegaron a vender en el mercado de Oxkutzcab mandarina proveniente de otras entidades debido al alto precio que tiene la mandarina en el mercado local.
El cítrico que se lleva de otros estados se comercializa en la explanada de mercado 20 de noviembre y a partir del lunes en la Central de Abastos “Solidaridad” de Oxkutzcab, los introductores utilizan a la revendedoras para comercializar esta mandarina fuereña.
Por su parte, el limón persa sin semilla ha bajado drásticamente de precio desde el fin de semana, este cítrico se compró de 50 a 60 pesos la caja de 18 kilos, casi el mismo precio del limón grande amarillo, también conocido como alimonado.
El drástico descenso del precio de limón verde muchos explican que es debido a las fuertes heladas que hay en el vecino país del norte y este país ha frenado la compra de limón proveniente de México.
Productores esperan que el precio del limón persa sin semilla mejore en el transcurso de los próximos días o semanas, ya que se va a acercando la temporada de Semana Santa cuando el limón alcanza el precio cúspide, el cual históricamente alcanzó 800 pesos por caja.
La naranja dulce es otro de los cítricos que está la alza y se sigue vendiendo de 150 hasta 180 pesos la caja de 18 kilogramos. Se espera que la naranja dulce siga subiendo de precio debido a que la superficie sembrada de este ha estado disminuyendo y ha estado aumentando la superficie sembrada de limón persa.
La situación del mercado de frutas y verduras en la plaza es cambiante, cada día presenta un diferente precio y eso también está supeditado a la oferta y a la demanda del producto local, así como de la oferta y la demanda del producto tanto del mercado nacional como del extranjero.
Texto y fotos: Bernardino Paz