El mercado laboral castiga a las mamás con la exclusión o con salarios más bajos; en México, la tasa de desempleo es 10% más al de las mujeres que no tienen hijos
La maternidad es amor inmenso, es rechazo a ella incluso, es miedo, fatiga sobrehumana, debería ser elección y, entre mil realidades más, también es renuncia a una oportunidad laboral. En casi todo el mundo el mercado de trabajo castiga a las mamás con la exclusión o con salarios más bajos, en México muestra de ello es la tasa de desempleo 10% mayor a la de las mujeres que no tienen hijos o hijas.
A propósito del Día de la Madre, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha dado a conocer cifras que permiten observar cómo la maternidad intensifica el desigual acceso al trabajo entre hombres y mujeres.
Según el organismo, entre 2016 y 2020, el 55% de las mamás de 21 a 55 años logró conseguir un empleo o mantener el que tenía; esta tasa se eleva a 65% para las mujeres que no son madres.
Y mientras tener hijos o hijas “reduce la participación laboral de las mujeres”, en los hombres la aumenta. Para los padres del mismo rango de edad, de 21 a 55 años, “el empleo se ubicó por arriba del 95% y en los hombres sin hijos disminuye a alrededor del 80%”.
Un dato del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) ayuda a comprender y confirmar lo que señala el Coneval. De casi 3,000 quejas que las mujeres presentaron de 2012 a 2020, el 65% señala una obstrucción a sus derechos en el ámbito laboral, principalmente despidos por embarazo.
Como si esto no fuera suficiente, la pandemia de covid-19 vino a empeorar la situación. El cierre de escuelas y estancias aumentó el trabajo de cuidados de la población infantil. Comparando el periodo agosto-noviembre de 2020 con el mismo lapso de 2018, la población de mujeres ocupadas se redujo 9%, según el Coneval.
La emergencia sanitaria también provocó un aumento en el trabajo doméstico no remunerado, es decir, la limpieza y preparación de alimentos. Sin embargo, el incremento para las mujeres en conjunto fue de 60 millones de horas semanales y para los hombres, 37 millones. “Las mujeres destinaron tres veces más horas que ellos”.
Texto y foto: Agencias