No es un secreto y cada vez son más las empresas o emprendedores que han encontrado, ante la tendencia internacional y la preocupación por el cambio climático, un modo redituable de hacer negocio, y al mismo tiempo poner su “granito de arena” por el medioambiente.
No es raro encontrar grandes firmas detrás de actividades y campañas por la preservación del planeta, y que detrás de ese activismo, tienen jugosos dividendos que se convierten en un ganar-ganar para cualquier compañía.
El Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) muestra en su apartado de “carreras con el mejor futuro”, al menos dos de cinco tendencias directas y enfocadas al cuidado medioambiental.
Esos cinco ejes, de donde se desprenden diversas profesiones muestra el desarrollo sustentable y las carreras pro-ecologistas, en diversas ramificaciones con fuertes vínculos a las tecnologías. Y al menos de los otros tres ejes disciplinarios como carreras del futuro, marcan otras dos de las tendencias con carreras vinculadas al medio ambiente.
Por ende, podemos encontrar en el eje de Medicina, al bioinformático, y al relacionista público ante la gestión de comunidades y la gerencia del bienestar. Que en ambos casos involucran en su perfil el desarrollo sustentable y sostenible, y desde luego la responsabilidad de preservar en el futuro los recursos naturales.
De acuerdo con Entrepreneur en Español, la tendencia por lo eco-friendly va en crecimiento y cada vez más personas muestran preocupación por el medio ambiente. En el mercado eso no ha sido una excepción y las empresas se han adaptado a estas nuevas preocupaciones.
Desde el cambio en las botellas que ahora evolucionan a un embotellamiento más amigable con el entorno, hasta completos procesos productivos que se preocupan por dañar lo menos posible al planeta donde vivimos, los emprendimientos en este sentido se vuelven más necesarios.
Es por ello que algunas grandes firmas han encontrado un gran negocio de “reciclaje”, y hoy podemos poner ejemplos de empresas refresqueras que antes adquirían sus botellas y que ahora las elaboran ellas mismas, y las pueden reciclar para otro uso, o repetir el ciclo; o bien, compañías cementeras que están adquiriendo concesiones para manejo de residuos en municipios del país, para elaborar con los desperdicios modelos de adobes para construcción de vivienda.
Esto de alguna forma ha potencializado esas firmas, pues han hecho un negocio redondo en donde compaginan la responsabilidad social, con la idea de hacerlo, y obtener un beneficio a cambio, llámese de ingresos económicos o de reducción de costos de operación o productivos.
Es por ello, que cada vez este tipo de perfiles de profesionistas, como establece la STPS reciban ingresos en oferta laboral mayores que las carreras tradicionales. Esto porque las empresas han descubierto lo lucrativo que es el negocio del medioambiente.
Pero al mismo tiempo abren mercados nuevos dirigidos en esa misma sintonía, como pueden ser los abogados, pero de corte ambientalista, es decir, los profesionales en leyes que entiendan mejor el manejo legal de los recursos naturales.
Entrepreneur en Español establece también algunos de los perfiles más claros o concretos relacionados con el negocio del medioambiente, los cuales pueden ser:
Consultora medioambiental: Surge la necesidad por parte de las empresas de cuidar mucho su relación con el medio en el que se desarrollan, de ahí que las consultoras hayan comenzado a abrirse hueco en el mercado.
Estudios de impacto ambiental: Se pueden enfocar en temas como prevención de riesgos laborales, control de emisiones, estudios de eficiencia energética o proyectos de cuidado y recuperación de ecosistemas.
Y Energías renovables: Dos factores juegan a favor de su importante crecimiento, por un lado, la necesidad de producir energía de manera más respetuosa con el medioambiente, y por otro, que los combustibles fósiles son finitos y cada vez resulta más difícil y costoso acceder a ellos, por lo que el precio de generar energía por estos medios terminará por ser insostenible.
Existen cuatro grandes áreas energéticas que se están desarrollando de manera paralela: la energía fotovoltaica, la eólica, la biomasa y la energía maremotriz, por mencionar algunos, sin dejar de paso, al emprendimiento deportivo, pero vinculado a la naturaleza, la rehabilitación del medioambiente, entre otros tantos giros dentro de este gran negocio.
Los excesos
Algunos medios internacionales han ventilado algunos excesos que puedan ser aplicados por las empresas para reducir inventario e incrementar dividendos, como un caso expuesto en España, con un “redituable” negocio de incendios que extrañamente incrementaban su presencia año con año en las plantas recicladoras de una comunidad de la Madre Patria.
En el terreno de la intencionalidad del fuego, es posible que cuando las empresas no tienen más remedio que hacer algo con los residuos o materiales almacenados por falta de espacio, algunas compañías ya se hayan gastado buena parte del dinero cobrado por la gestión, de manera que la mejor opción es que desaparezca ese inventario –el fuego viene bien para estas cosas- para no incurrir en costes de tratamiento o transporte.
Texto: Iván Duarte
Fotos: Cortesía