La Principal

Las recientes informaciones sobre árboles caídos, lluvias fuertes y calles inundadas debiera recordarnos como, en pleno siglo XXI, seguimos siendo tan vulnerables.

Ciertamente, los aguaceros de los últimos días —lloviznas o turbonadas, de mal tiempo o de temporada— debiera servir de advertencia, incluso ahora, cuando todo está sereno si de ciclones de peligro hablamos.

No se trata de ser pájaros de mal agüero, pero sí de entender que si estas lluvias —hormigas si se les compara con el elefante que representa un huracán— alteran el ritmo de las tardes, ya ni siquiera imaginar cuál sería el escenario en caso de una amenaza como Gilberto e Isidoro.

Como siempre, no podemos dejar toda la tarea de monitoreo al gobierno. También es necesario que nosotros, ciudadanos, reportemos.

¿Hay un poste chueco? ¿Hay un árbol enfermo a punto de caerse? ¿Hay una calle que se inunda demasiado con apenas una llovizna? ¿Hay paneles solares no instalados adecuadamente?

Justo ahora, cuando todo está despejado, es tiempo de reportar y dar a conocer.

Por ello, en Punto Medio, también estaremos atentos a sus comentarios para impulsar sus denuncias en este sentido.

Permítanos también ayudarle a ayudar. No se olvide: siempre es más fácil prevenir.

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