La reforma energética solamente establece la posibilidad de que México pierda su derecho a administrar uno de sus recursos naturales más importantes, el petróleo. Por sí sola nunca podrá solucionar las graves y difíciles situaciones por las que atraviesa el país, señaló el exdirector de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), Jorge Luis Canché Escamilla.
El economista señaló que el gobierno no puede considerar que una sola acción de política pública podrá dar resultado. Indicó que tendrían que darse una serie de acciones que soporten las graves deficiencias que arrastra el país.
Canché Escamilla recalcó que “la reforma energética no debe de verse como el hecho de haber entregado recursos estratégicos a capital extranjero, eso de por sí es un error. Lo más grave es que México ha perdido la oportunidad de tener los recursos suficientes para dirigirlos hacia los problemas más graves”.
“La reforma energética no tendrá resultado si el gobierno no es capaz de articular otras medidas, otras acciones que den soporte a este cambio de estructura del proceso económico. Esto implicaría que entren en funcionamiento reformas como la educativa, también la laboral y otras más que tienen que dar soporte”, dijo.
Canché Escamilla señaló que el problema estriba en que sí, en tiempos de bonanza el gobierno no actuó, ahora que las condiciones son tan complicadas, el resultado no se augura como positivo.
El país está flotando, ciertamente con números de crecimiento, pero flotando sin rumbo y sin destino, subrayó.
Este crecimiento no es producto de un logro gubernamental, porque el proceso de desarrollo del país se mantiene, pero ya con cifras muy bajas y sumamente apretadas. Porque los índices de marginación aumentan, los problemas de inseguridad y corrupción son superiores a cualquier otro tiempo, eso obliga a un replanteamiento de estrategia que el gobierno ni siquiera percibe, resaltó el docente.
– José Luis Chavarría
