Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
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El nombre de Kimia Alizadeh ya es conocido en el alto rendimiento deportivo, no podría ser de otra forma cuando ya tienes una presea olímpica a cuestas, pero con el paso de los años la situación de esta joven taekwondoín se ha visto inmersa en batallas diplomáticas, la lucha por sus ideales y un profundo deseo por seguir compitiendo.
Kimia, es una joven nacida en la ciudad de Karaj al oeste de Teherán, a sus 18 años ganó la medalla de bronce en la categoría -57kg de Tae Kwon Do en los Juegos Olímpicos celebrados en Rió de Janeiro en el 2016, convirtiéndose en la primera mujer deportista de Irán en colgarse un metal olímpico. Sumada a su mellada de bronce y una de plata en Campeonatos Mundiales conseguidos en 2015 y 2017 y una medalla de bronce del Campeonato Asiático en 2018.
A pesar de los logros deportivos en nombre de su país, ella no es ajena a la realidad que viven las mujeres en los países Arabes y hace unos años tomó la decisión de dejar Irán a modo de protesta por la diferencia de derechos y oportunidades a las que tienen acceso las mujeres. El logro histórico que había conseguido en Brasil fue usado como propaganda para fomentar “normas sociales” a las que debían apegarse las mujeres iraníes.
Tanto fue la trascendencia de esta atleta por sus ideales que, para Tokio 2020, fue seleccionada como miembro del Equipo Olímpico de Refugiados, incluso, parte de su historia fue contada en el documental “Nos atrevemos a soñar” donde también se plasman las vidas de más miembros de este equipo olímpico. De esta forma pudo estar presente en sus segundos Juegos Olímpicos aunque los resultados no fueron como ella esperaba, sin embargo, la vida siempre nos da revanchas.
Bulgaria significó un renacer para Kimia, la oportunidad de empezar desde cero en un nuevo hogar y el reto de representar a otro país con el mismo orgullo que siempre plasma. En mayo de este año se proclamó campeona del certamen europeo, siendo esta la primera competencia arropada por su nueva bandera y lo mejor es que vendría la oportunidad de estar en otros Juegos Olímpicos.
En Paris 2024 Kimia Alizadeh participó en la división de -57kg de Taekwondo, en una complicada jornada logró reponerse para salir con la medalla de bronce y obtener su segundo metal olímpico. Una odisea a la que ella misma se ha referido como las revanchas que da la vida. Kimia nos demostró en los últimos días que se necesita coraje para volver a subir a un podio olímpico, pero requiere de mucho valor serle fiel a nuestros ideales.