Desde temprana hora se ve a mucha gente en espera de sus pedidos, pero si tarda un poco es porque se prepara al momento; según testimonios, bien vale la pena probar este sazón
En el parque principal de la comisaría de San Pedro Noh Pat, en Kanasín, existe un puestecito en el que desde temprana hora se aprecia a mucha gente esperando a que le sirvan sus pedidos, principalmente para llevar, de panuchos, salbutes y empanadas que bien doraditas son un verdadero manjar.
La tardanza es debido a que al momento se prepara la orden, por lo que bien vale la pena esperar para probar calientitos estos sabrosos antojitos que se llevan en pedidos de 10 o más piezas, lo que también contribuye a la espera.
Se trata del puesto de “La Tía”, como conocen a doña Socorrito Escamilla Xucú, quien desde hace 20 años labora en este lugar en el que primero vendía frutas y verduras a un costado, ya que entonces la comida la vendía su hija Seydy. Ella se casó y desde hace cuatro años dejó el espacio libre para que doña Socorrito y su hermanita María Esther se hicieran cargo, y desde entonces la popularidad del negocio creciera como la espuma.
¿No va a participar en el festival del Panucho? Preguntamos a La Tía, quien comentó que no acudirá al evento de esta noche en la plaza principal de Kanasín porque le va a prestar su estufa industrial a su concuño, que sí estará en esta fiesta en la que se obsequiarán 10 mil panuchos a los asistentes.
Doña Soco trabaja de lunes a viernes desde las seis de la mañana, pero sus actividades inician desde las 5 de la mañana, cuando llegan a su puesto a barrer y limpiar todo antes de comenzar a freír, mientras que María Esthe, prepara la masa, además de que deshebra la carne o la asa al carbón, cuando se trata del gustado poc chuc.
Con mucha modestia, La Tía nos cuenta que fue de su abuelita, doña Filomena, de quien aprendió a cocinar y a darle ese toque muy especial a sus guisos, entre los que se destaca el relleno negro con el que prepara unos salbutes, que al salir del aceite lucen bien infladitos, por lo que es inevitable resistirse a la tentación de probarlos.
Imagínese estos mismos salbutes, pero sólo con su huevito sancochado y su tomate frito, y si le ponemos su carnita asada picada con su buena dotación de repollo, frijol y remolacha, quedan espectaculares. Y esta misma guarnición se puede colocar encima de las empanadas de carne molida, que se caracterizan por su tamaño y por estar crujientes.
Para complementar, a disposición de los comensales se tiene un recipiente con una salsita de chile habanero, que dicen los expertos es muy brava, pero deliciosa, y para quitarse el picor un delicioso refresco natural de frutas de la temporada como sandía, zapote, melón y horchata en botella de litro.
Los repartidores de gas y de otros productos, así como quienes trabajan en las empresas y fábricas cercanas acuden a comer con La Tía y la recomiendan, y es así como temprano, a más tardar a las 11:30 am se agotan estas delicias.
Texto y fotos: Manuel Pool Moguel