Salvador Castell-González
Desde el año 2013, el 3 de marzo se celebra el Día Mundial de la Vida Silvestre, se creó con el objetivo de reconocer la importancia de la vida silvestre, animales salvajes y plantas silvestre y su valor intrínseco y a veces intangible pero absolutamente necesario para la supervivencia de la humanidad.
La vida silvestre es: los servicios ambientales, reservorios genéticos para la ciencia y el desarrollo, educativos, culturales, recreativos y estéticos, y por supuesto sociales y económicos. Todos estos servicios presentados por los ecosistemas son absolutamente necesarios para el bienestar humano y es fundamental su protección y conservación si de desarrollo sustentable hablamos.
El Día Mundial de la Vida Silvestre tiene un enfoque especial en “Recuperar a las especies clave para la restauración de ecosistemas”, con el objetivo de empatizar a las sociedades con el serio problema de perdida de biodiversidad y de ecosistemas que actualmente estamos ocasionando, y establecer esta conciencia de nuestro impacto sobre las comunidades silvestres para proteger y conservar a la especies silvestres que se encuentran en algún estado de observación, principalmente las especies en peligro de extinción.
En la actualidad más de 8,400 especies de flora y fauna se encuentran en peligro crítico de extinción, y cerca de 30,000 se consideran vulnerables o en peligro de extinción. Estos datos se generan con miles de estudios concentrados en proyectos como la lista roja de la IUCN, y se estima que el número real de especies amenazadas de extinción podría superar el millón.
La perdida de la diversidad y riqueza de especies en los ecosistemas tiene efectos significativos en la calidad y cantidad de los servicios ambientales y proveeduría de los recursos naturales para asegurar nuestra supervivencia, no solo hablamos combustible, vivienda y ropa, si no de las necesidades reales que como organismos tenemos, el agua, los alimentos, el aire…
Ejemplos de especies en riesgo hay muchas en todas las regiones, recientemente celebramos la liberación del lobo gris mexicano, que fueron conservados y protegidos en cautiverio, ya que en la naturaleza ya habían sido declarados extintos, al menos en México.
Otro ejemplo es la pérdida de cobertura de humedales, principalmente para desarrollo habitacional, hoy sabemos que los sistemas de humedal son el sistema biológico más poderoso en el combate al cambio climático, teniendo la capacidad de captura de carbono por metro cuadrado más grande de todos los ecosistemas, mucho mayor que los mares o los bosques. Los sistemas de humedal también tienen otros servicios muy importantes como purificar y reintegrar el agua a los acuíferos, servir de reservas de agua y prevenir al mismo tiempo inundaciones.
Este año debemos pensar distinto y recordar que formamos parte de un gran ecosistema planetario, sin la vida silvestre simplemente será imposible nuestra supervivencia, no darle su importancia es un suicidio colectivo, el cual ya comenzamos.