Latinoamérica es una de las regiones con más casos por violencia contra las mujeres y niñas, situación que se ve agravada por la persistente desigualdad, la pobreza, el temor a denunciar y la falta de políticas para frenar este flagelo.
Según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en 2022 y en lo que va de este año se ha reportado al menos un feminicidio cada dos horas.
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la ONU y organismos defensores de los derechos de las mujeres y las niñas reiteraron sus llamados a que los Estados aumenten esfuerzos y presupuestos para generar políticas que prevengan estos actos violentos y que haya una respuesta oportuna a las víctimas en materia judicial y sanitaria. Además, estos factores son en parte una de las principales causas por las que muchas mujeres o niñas no denuncian por temor a ser revictimizadas o por amenazas por parte de los agresores.
Las cifras no ceden Según datos del Forum Brasileño de Seguridad Pública, los feminicidios aumentaron un 2.6 % en lo que va de año, con 776 casos notificados como muerte por asunto de género, mientras que en el primer semestre del año cada 8 minutos una mujer o una niña fueron violadas.
De todas las violaciones registradas, el 61.4 % de las víctimas tenía entre 0 y 13 años de edad, y 8 de cada 10 eran menores de 18 años.