A Zaragoza fue con sus padres una niña pequeñita a la Virgen del Pilar orar y besar, y también a ver a Talavante torear, torero de lances puros y de faenas bellas. Era muy pequeñita y de mirada morena, y sabía sus oraciones…
… y sabía decir ole en la plaza…
… y rezar en voz muy suave y dulce. Y en Zaragoza sintiò la belleza de la ciudad aragonesa, y a la hermosa Virgen del Pilar toda su vida agradeciò, y por la salud de su abuelita y de su primito enfermo le pidiò. Y creyò sentir que la Pilarica le sonriò…
Dedicado a Luisito, con mucho cariño