Cientos de yucatecos visitaron ayer el Cementerio de Xoclán para honrar la memoria de sus familiares que se adelantaron en el viaje sin retorno, en la conmemoración del Día de Fieles Difuntos en la entidad.
Durante un recorrido realizado por el panteón se pudo observar la presencia de familias completas que aprovecharon la reapertura tras dos años de pandemia, para visitar las tumbas de sus difuntos.
Acompañados de los más pequeños del hogar, los adultos comentaron que el llevarlos al camposanto influye en que estos aprendan de las tradiciones familiares y estas se preserve.
Tal es el caso de la señora Cinthia Toledo, quien lamentó que en el cementerio se encuentren muchas de las tumbas abandonadas y sin nadie que las visite, por lo que indicó que consideran importante promover en los menores estas costumbres.
“Nosotras venimos a visitar a mi abuelita y mis tíos. Más que nada arreglamos el espacio, les prendemos una veladora, para que sepan que nos acordamos de ellos. Y traemos a mi hija pues más que nada queremos que sepa dónde está enterrada su bisabuela”, expresó.
Señaló que para ella y su familia el día es nostálgico, “justamente platicábamos de que hay muchas tumbas sucias, rotas y pensamos, ¿cómo es posible que los familiares no vengan?, seguro estas personas tienen nietos, o hasta bisnietos, pero que no crecieron con esta motivación de ver por sus difuntos”, lamentó.
Abundó de lo lamentable que es que haya un número importante de criptas en el abandono.
“Al menos para nosotras sí es muy importante que nuestros seres queridos que se adelantaron sepan que los tenemos presentes”, dijo.
De igual manera, la familia de la señora Ana Aguilar llegó desde muy temprano para adornar y estar un rato con su ser fallecido, quien justamente nació un 2 de noviembre y celebran por partida doble este día.
Con globos de helio y flores, decoraron la tumba y comentaron que a pesar de que suelen ir constantemente a visitarla esta fecha es aún más especial.
“Es importante para nosotros sobre todo hoy visitar a nuestros difuntos y sobre todo venir en familia, para que esta costumbre se vaya pasando de generación en generación”, declaró.
En el cementerio de Xoclán se estima se tuvo una presencia aproximada de más de 5 mil personas, parte de ellas estuvieron en la misa que con motivo a la celebración de los fieles difuntos ofreció el párroco Oscar Viñas Olvera, con un llamado de esperanza y unión, pues recordó que venimos de una etapa difícil, de la cual tenemos que salir adelante a pesar de esta y todos los conflictos que rodean al mundo.
“Salgamos de nuestra tristeza, llenémonos de gozo y esperanza de la resurrección, salgamos de nuestro desánimo, salgamos adelante, aún en medio de tantos conflictos, vivimos la alegría de ser hermanos de Jesucristo y la unidad de la iglesia, siempre en la esperanza”, exclamó.
Panteón Florido
Por su parte, el Panteón Florido igualmente recibió a más de 100 personas y que participaron en la misa que ofició el vicario general de la Arquidiócesis de Yucatán, Candelario Jiménez Jiménez.
Los familiares de las ánimas llegaron con sombrillas, cepillos para limpiar las tumbas, así como las tradicionales flores.
Aunque entre las tumbas no había hierba, lo que se demuestra que personal del cementerio lo mantiene limpio, los asistentes prácticamente se dedicaron a limpiarlas.
El veterano trabajador del camposanto, Héctor Maas, indicó que hay una persona que todos los años hace un altar, “es en la curva trae pibes, atole, fruta, hasta cerveza, acá casi no se ve, en el General, por ejemplo, en el mausoleo de Felipe Carrillo Puerto ponen fruta”, dijo.
Algunos turistas preguntaban por rezos y altares, por lo que tanto él como su compañero Antonio Can les indicaban que en el Cementerio General lo podrían hallar.
Recordó que cuando era pequeño su abuelita que vivía en una hacienda guisaba pavos, “en el altar ponían pebre con su salsa de tomate, relleno negro y blanco, pibes, atole, el altar lo tapizaban de retratos. Lo que ofrendaban a los finados quedaba más delicioso”.
Interrogado sobre hay quien indica que hay casos que estos platillos hasta pierden un poco el sabor, ya que los espíritus se llevan los aromas, “al contrario nosotros nos peleábamos estos guisos, sólo que hay que esperar algo de tiempo, si el rezo termina a las 2 de la tarde, estos platillos se deben comer como a las 5 de la tarde, es tiempo suficiente para que los finados lo coman”.
Explicó que al terminar el rezo se sirve la comida para los fallecidos y también para los familiares y todos los que hicieron el guiso, tortearon (tortillas a mano).
Aunque el Halloween es muy vistoso y también para los niños resulta más atractivo porque salen a pedir que se les regalen dulces, afortunadamente el Hanal Pixán demuestra sus raíces, además, cuenta con muchísimos platillos que terminan la balanza a su favor.
En la homilía, Jiménez Jiménez pidió que se oren por los Fieles Difuntos, pero por aquellos que no tienen deudos, ya que están frágiles.
Ante más de un centenar de fieles que acudieron a las 9 de la mañana a la ceremonia eucarística en el citado panteón, dijo que como católicos debemos amar al prójimo y más con los necesitados.
“En las casas se acostumbra a poner alimentos, agua y una vela en una mesita al inicio de la vivienda, que no está en el altar principal y que es para el alma solitaria. Hay quienes a pesar de ser católicos con el paso del tiempo no ponen altares o hay casos donde se han alejado de la religión o incluso hasta se cambiaron”, indicó.
Texto y fotos: Andrea Segura / Darwin Ail